Capítulo 10

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La única pregunta sin responder dentro de su cabeza era ''por qué''

Mientras dormía estaba sudando frío, varios recuerdos disfrazados de sueños regresaban a su memoria, la voz de una mujer, la placa de un vehículo y algo más, de fondo había una tercera persona mirándolos.

Con los ojos entrecerrados y a punto de quedarse dormido dentro de una camioneta en mal estado alcanza a ver a la mujer a través de la ventana sobre la que su cabeza estaba apoyada, pero no puede reconocer su espalda, vestía de jeans y sweater holgados adicional a una coleta de caballo y una gorrra para ocultar su identidad. Dicha mujer se encontraba entablando conversación con alguien más:

— ¿Estás seguro de que no va a despertarse? — Pregunta ella, mirando hacia atrás con inquietud, no distinguió su rostro distorsionado y más allá de eso las luces de fondo se fundían en una sola — ¿Qué pasa si me reconoce?

— Eso no pasará, la dosis que usamos es suficiente para derribar a un toro, su cuerpo está paralizado y no podrá ver más allá de sus narices en caso de despertar, será su mascota obediente durante el resto de la noche. — contestó él.

Erick se vio removiéndose, como en una parálisis de sueño trató de sacudirse y despertar tan pronto como pudiera.

— Es perfecto, mi cliente fue muy específico con respecto a lo que quería y no pueden haber ningún tipo de inconvenientes. — Alcanzó a escuchar.

Decidió volver a hacerse el inconsciente cuando ambos voltearon, pero justo antes consiguió reconocer la cara de la camarera que horas atrás lo había atendido, pero se llevó una sorpresa aún más grande al visualizar la señil y vieja cara de Óscar Milani: La persona que había traicionado a su padre.

Erick despertó sudando frío, llevó todo su cuerpo a sentarse y Anastasia se despertó al sentir los bruscos movimientos de su marido.

— ¿Qué sucede? — Preguntó aun adormilada.

Erick seguía sin poder creerlo — Recordé parte de lo que pasó la noche que me drogaron, la mesera era cómplice y Oscar Milani también estaba ahí, pude reconocerlo a pesar de la edad que ha de tener ahora, al parecer ella trabajó para él.

— ¿Milani? — Preguntó Anastasia con confusión — ¿Por qué haría algo como eso?

— Está tramando algo, puedo jurarlo. Y será mejor que estemos prevenidos.

Miraron la hora en el reloj, seguía marcando la media noche pero ninguno de los dos pudo conociliar el sueño otra vez.

La maána siguiente los oficiales a cargo de la investigación visitaron su casa.

— Es buena señal que esté recordando, eso hará que muy pronto demos con la persona que está detrás de todo esto y por fin puedan volver a dormir en paz — El oficial anotó en su libreta las declaraciones de Erick — Ahora que tenemos la placa de un vehículo y podemos ubicar a la camarera las cosas se moverán sobre ruedas, nuestro objetivo principal es encontrar a Milani ahora que sabemos que no está muerto.

Erick coincidió con eso.

— ¿De verdad solo piensas quedarte sentado y esperar? — Preguntó Anastasia al momento en que los oficiales se fueron.

Conocía la mirada de Erick, aquella que hacía cuando no estaba satisfecho con algo, la había vivido lo suficientemente cerca como para incluso tenerle miedo.

— Tengo la sensación de que mi padre me sigue guardando secretos aún cuando ya está muerto. — Fue todo lo que dijo.

— El único problema es por qué tienes que cargarlos tú.

Esposa del CEO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora