Ese día también estaba lloviendo.
James miró una vez más la caja llena de las ''Cenizas'' de su madre, la incomodidad estaba allí, en los abrazos fingidos que solo recibe por obligación y el silencio de una multitud que no podía ocultar su alegría de que por fin la retorcida amante de Anthony haya muerto, pensaban que ahora que quedaba su hijo bastardo sería más fácil erradicarlo.
«De cierta manera se siente casi como si fuera realll.» Piensa, deja una rosa sobre la caja y regresa a su sitio.
— James, realmente lo siento... — Se compadeció Máximo.
— Fue tan repentino.. — Responde James sin apartar la mirada del cofre.Todavía sentía cierto recelo hacia Máximo, por lo que voltearse a ver su cara no era una ocpión.
Aunque ni siquiera sabía de quién eran las cenizas que estaba enterrando. Ni siquiera sabía si era una persona o un animal, tampoco le importaba, como fuera, no era su madre la que estaba metida allí.
Aunque, ante la inminente realidad de no volver a ser recordado por ella era como si en realidad sí se estuviese despidiendo.
«Como sea... No soy el único aquí que quiere que esto acabe rápido»
— Oh, James ¿Ya te vas? Creí que te gustaría ver a tu madre un rato más, antes de que ... Ya sabes, se pudra bajo tierra y pague por sus actos malignos. — Las palabras de Gertrudis lo último que buscaban era consolar a alguien que acaba de quedarse casi huérfano.
Por primera vez en su vida no sintió nada ante tales provocaciones.
— ¿De algo me sirve quedarme y llorar como si eso fuera a traer a mi madre de vuelta? — Responde a secas, para la sorpresa de Gertrudis, quien se esperaba que el chico solo bajara la cabeza como siempre hacía.
Desde que había perdido todo lo que había querido, sacrificándose en vano y viendo cómo su propia madre cayó en la locura, aquel chico dejó de existir.
— ¿Eso no es un poco insensible? Es tu madre la que está allí adentro, sabes. — Dijo Raeliana, que había escuchado la conversación.
— Las personas enfrentan el dolor de maneras diferentes, Raeli. — Añade Hunter, siempre aparecía intentando calmar a Raeliana que fácilmente pierde los estribos.
Tampoco habla mucho con Hunter, pero de todos los hermanos era el que mejor le caía.
— Para mí solo está siendo un grosero.
— ¿No deberías estar al frente, James? — La pregunta de Zathrian hace que todos se giren a él, Raeliana incluso dio un respingo, no sabía que estaba tras ella.
James negó con la cabeza. — Es algo que preferiría no ver.
Incluso si su madre realmente estuviese ahí habría tomado la misma decisión de marcharse.
— ¿Qué vas a hacer ahora que tu madre murió, James? — Antes de que se retirara, en un lugar apartado de la mirada del público, Máximo decidió conversar con él.
James detuvo sus pasos, luego se giró y se encogió de hombros.
— Es... Exraño — Murmuró — Por primera vez en mi vida siento que tengo el control sobre mis propias decisiones.
Podía hacer todo lo que quisiese, desde un principio fue su madre quien quería que se sentara en el asiento del CEO, sin embargo, ¿Por qué seguía codiciando algo que ya no le pertenecía? «Tal vez su deseo echó raíces más profundas de lo que pensé...»
— Te prometo que voy a apoyarte en lo que sea que decidas hacer, James. Para que no haya ningún tipo de rencores entre nosotros. — Máximo sujetó el hombro de James y le enseñó una cálida sonrisa. — Porque no solo eres mi amigo, también eres mi hermano, y yo te aprecio de verdad.

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Esposa del CEO 2
Chick-LitLa vida de Erick y Anastasia da un giro radical con la muerte de Anthony Russo, sus planes para formar una vida feliz cada vez se ven más lejanos y deben estar más unidos que nunca para que la presencia del verdadero Máximo Russo no haga temblar los...