James se miró una vez más en el espejo, nunca en su vida se había esforzado tanto por verse bien para alguien más, mucho menos tratándose de los integrantes de su familia, pero estaba emocionado.
— Te ves tan guapo, hijo mío... Me siento orgullosa de tí. — Finalmente su madre estaba pronunciando las palabras que durante toda su vida había deseado escuchar mientras hacía aquel dulce y contento gesto feliz que James siempre deseó ver en su cara. — Hoy le demostrarás a todos lo que vales durante la cena.
James solo sonrió, creía firmemente que todo estaría bien pero una terrible ansiedad corrió por sus venas en cuanto estuvieron frente al par de puertas que daría al lujoso comedor, el que solo se usaba en eventos importantes, las piernas le temblaron y por un momento realmente pensó en irse, pero la mano esperanzada de su madre aferrándose a él incluso con las uñas lo retuvieron ahí.
— Es hora... — Murmura Julia para sí misma, James no alcanza a esucharla.
Dentro estaban todos esperando, muy pocas veces se reunían incluso los hermanos de Anthony en conjunto con sus hijos, las miradas se clavaron en el par acabando de entrar, James se intimidó de inmediato pero su madre le dió un codazo para que alzara la cabeza y mantuviera la postura, entonces cada uno se dirige a su asiento.
Por supuesto, no era libre de sentarse donde quisiese, las sillas estaban estrictamente organizadas para que del lado derecho se sentaran los parientes de Anthony y del lado izquierdo sus hijos y esposa, espacio que pertenecería a Raquel y que permanecía vacío pese a los años de esfuerzos por parte de Julia para tomar el lugar, solamente recibiendo la silla junto a la de su hijo, casi al borde de la extensa mesa.
— ¿Por qué llegas tan tarde? — Preguntó Máximo en voz baja que estaba justo a su lado. — Tienes suerte de que nuestro padre no haya llegado todavía. Como sea, ¿Sabes por qué estamos reunidos aquí? — James niega con la cabeza, pretendiendo cierta inocencia. — Me dijeron que padre finalmente se decidió a revelar quién será su heredero ¿No es emocionante? Escuché buenas noticias que seguro te van a alegrar, James. Por fin vas a tener lo que tanto has querido.
James se inquietó en la silla, intentaba disimularlo pero las comisuras de sus labios seguían elevándose de manera inconsciente, Máximo notó la reacción y sonrió en su interior.
— Para ser sincero creí que te enojarías.
James miró a Máximo con curiosidad.
— ¿Por qué habría de enojarme? — Pregunta James de vuelta en un susurro.
— Es que se trata del deseo de tu madre, siempre la pones en primer ugar, nunca en tu vida has descansado y- —Se silenció de inmediato cuando las puertas se abrieron para dejar a Anthony pasar.
Él se sentó al frente, echó una mirada a su familia que dejó de hablar entre sí, ellos le prestaron completa atención y fue entonces cuando empezó a hablar.
— ¿Dónde está Kailani? — Pregunta Anthony al ver el asiento de su hijo más joven vacío.
— Está en su habitación cumpliendo un castigo. — Respondió Raeliana, pero la incertidumbre en el rostro de su padre la llevó a seguir explicando. — Fue castigado por levantar las faldas del personal femenino como experimento social, quería averiguar si los límites de espacio personal estaban condicionados por la edad o por el estatus social.
Anthony se frotó las sienes con los dedos, ya no sabía qué hacer con su hijo. — Ofréceles una disculpa generosa a las empleadas. Kailani no lo hace con malas intenciones, ya hablaré yo con él luego.
Raeliana asintió y entonces continuó hablando.
— Al parecer a alguien se le ha aflojado la lengua y por eso ya la mayoría, si no es que todos, saben por qué están aquí justo ahora así que vamos a ahorrarnos palabras y protocolos innecesarios. — Empezó a explicar mientras se acomodaba en su silla. — Saben que he estado postergando la decisión de elegir un heredero debido a que necesitaba saber cuál de mis hijos trabajaría más a favor de RCO, a pesar de que todos son destacables cada uno tiene un área en específico, no todos son aplicables a los negocios.
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Esposa del CEO 2
Literatura FemininaLa vida de Erick y Anastasia da un giro radical con la muerte de Anthony Russo, sus planes para formar una vida feliz cada vez se ven más lejanos y deben estar más unidos que nunca para que la presencia del verdadero Máximo Russo no haga temblar los...