Escuche su nombre.

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Estamos en silencio, sentados uno frente al otro en el pequeño sillón de mi sala, hace ya media hora que no se que decir y este silencio si me está incomodando.
Puedo ver su mirada tranquila pero si expresión corporal me dice todo lo contrario, estoy segura que debo ser yo la que rompa el silencio pero aún no encuentro las palabras adecuadas, no se que es lo que se dice en estos casos y me estoy abrumando con todas las opciones dentro de mi cabeza de cómo va terminar esto.

Llevo ya varios minutos intentando retener mis lágrimas pues se que ahora no puedo mostrar arrepentimiento después de lo que acaba de pasar, y la verdad es que no se trata de arrepentirme de lo que hice si no de a quien estoy lastimando justo en este momento.

- Jk: entonces el té gusta? - sus palabras me sacan de mi transe y ahora lo miro directo a los ojos - quiero que seas honesta porque no entiendo qué pasa.

Yo me quedo en silencio pensando en todo lo que acaba de suceder, en cómo hace una hora estaba sentada sobre Suga besándolo y sintiendo sus caricias en mi espalda y ahora estoy frente a Jk tratando de explicarle porque cuando abrí la puerta me mostraba tan nerviosa despidiendo a uno de sus mejores amigos de mi departamento.

- A: no lo sé.

Y es que esto es cierto,  no se que siento justo ahora dentro de mi cuerpo, pero algo si tengo claro es que soy una persona que jamás creí ser, no entiendo porque me dejo llevar por el momento con Suga y me arrepiento de hacerle todo esto a Jk.

- Jk: algo tiene que ser, esto ya no es normal.

Me lo dice en un tono tan triste que mi corazón se estruja, las lágrimas salen de mi desde lo más profundo de mi ser y los cálidos brazos de Jk me rodean para tratar de calmarme aunque solo logra sollozos más prolongados. El aire me falta y no se que es lo que debo hacer ahora. Tomo a Jk por la cintura y me aferro a él, siento como me besa sobre la cabeza y me arrepiento de lo que acaba de pasar.

- Jk: necesito que pienses que quieres, no puedo estar así... tú sabes que es de mis mejores amigos - me abraza con más fuerza y siento que mi alma va quebrándose con cada palabra que dice - si quieres verlo a él no me interpondré, pero no me hagas esto por favor. No quiero tener que pelear con el por alguien.

Esto último me lo dice tan despacio y en un tono tan bajo que apenas y entiendo que fue lo que dijo, debo tomar una decisión ahora. Y tenerlo aquí solo nubla mi mente.

- A: creo que necesito estar sola, te prometo que te tendré una respuesta mañana.
- Jk: esta bien, te dejaré sola ahora... pero si necesitas algo no dudes en llamar - toma sus cosas y abre la puerta, se gira un poco para verme a la cara - lamentó no poder acompañarte hoy a desayunar.

Dice esto y sale de mi casa sin mas. Me siento con un hueco en mi corazón.

No se que hacer, me siento perdida. Miro el reloj y son apenas las 9 de la noche, esto no se supone que fuera así.

- S: es el?
- A: creo que si
Tomo mi ropa y la de el y trato de vestirme lo más rápido posible.
- S: lo siento.
- A: creo que esa debería ser yo.
Termino de vestirme y escucho como la puerta suena nuevamente.
- A: ya voy - grito para que me escuche y miro a Suga - no te puedo esconder, el te verá salir.
- S: ya podré hablar con el después, por ahora hazlo tú.
- A: claro.
Me toma por la cara y me mira directamente.
- S: yo estaré aquí independientemente de lo que decidas - me besa y siento como estoy a punto de llorar pero me contengo con todas mis fuerzas - yo estaré bien con lo que hagas.

Abro la puerta y Jk esta muy sonriente parado del otro lado, no pudo evitar cambiar su rostro al ver cómo Suga de despedía de los dos.
- S:  nos vemos en la casa.
- Jk: si.

Camina a prisa y desaparece por el pasillo, Jk entra sin decir nada y se sienta en el sillón.
Estoy parada en la puerta y se que no quiero llegar hasta su lugar, puedo escuchar su respiración aunque esté a unos pasos de él y dándole la espalda.

El recuerdo de lo que acaba de pasar me tiene intranquila, no se que debo hacer ahora y mi mente no me ayuda en nada. Puedo sentir como mis lágrimas queman al recorrer mi cara.

Hace ya una hora que estoy sobre mi cama, tratando de descifrar que es lo que tengo que hacer ahora.
Se que quiero a Jk y aún no logro entender que es lo que siento por Suga, solo se que cuando estoy con el me siento en paz.

Me meto a bañar y decido que mañana pensaré todo con la mente descansada, entro a mi cama y me brinda un calor que me tranquiliza y me quedo dormida casi al instante.

Suena mi despertador y me despierto por completo en tres segundos, por alguna extraña razón hoy me siento feliz, como si hubiera descansado durante tres días seguidos.

Salgo de la cafetería con dos cafes en la mano y me doy cuenta que voy más temprano de lo habitual a mi trabajo pero no me importa.

Entro al edifico y para mi sorpresa veo a Jk y Suga a una distancia considerable uno de otro. Me están dando la espalda y puedo escuchar como hablan del nuevo disco y la próxima gira. El sonido de mis tacones los alerta de que alguien está entrando, giran al mismo tiempo y me me encuentro con sus miradas, ambos están tranquilos y eso me hace sentir bien.

Camino directo hacia los dos, justo en medio de la distancia que los divide. Mientras camino mi mente trabaja a mil por hora, se que este es el momento en el que debo demostrar mi decisión, aunque mis piernas me tiemblan camino con mucha decisión, voy cambiando la mirada de uno al otro y entonces apareció.

Alguna vez leí algo que ahora tiene mucho sentido:

"¿Que tiene el que no tenga yo?
Nada,
Tú eres más guapo,
Seguramente más inteligente
Incluso me haces la vida más sencilla.

Pero al abrir mi cuerpo en canal
Escucho su nombre
Y no el tuyo.

Espero que lo entiendas".

Y aquí estaba yo, jamás había estado tan convencida, mi decisión estaba tomada y no quería dar marcha atrás. Llego a el y lo abrazo por el cuello, siento como rodea mi cintura y me besa en la mejilla con una sonrisa de por medio, las lágrimas quieren salir de mi pero trato de ser lo más fuerte que pueda. Escucho que la persona atrás de nosotros dice algo pero no logro escucharlo pues estoy sumergida en el cuello de la persona junto a mi. Escucho su respiración tranquila y me hace sentir bien. Unos pasos me avisan que se a ido y agradezco este gesto. Me retiro un poco y le ofrezco el café que está en una de mis manos. El lo toma y agarra mi mano al mismo tiempo, caminamos juntos a mi lugar de trabajo y justo cuando llegamos me besa en la frente como si fuera un agradecimiento y me siento tranquila, se que tomé una buena decisión. O eso era lo que más deseaba.

Quiero que seas tú. Suga o Jk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora