Una señal

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- Jk: y te pone triste no estar cerca de la persona que te quiere alejar de mi?
- A: Jamas lo intento...
- Jk: besarte no es intentarlo?... si no es que hizo algo más.

Tengo media hora discutiendo con Jk en mi cocina, me siento demasiado cansada mentalmente para seguir con esto. Me da tanto coraje que el parece estar más feliz que nunca por enterarse de esto, me pregunto si yo soy la que está mal.

- A: no quiero seguir con esto.
- Jk: tienes razón, será mejor que me vaya ahora.

Toma sus cosas y camina hacia la entrada, saca su cartera y deja una tarjeta negra sobre el mueble que está al lado de la puerta.

- Jk: úsala en lo que necesites, no tendrás que volver a trabajar si no quieres.
- A: no hace falta.
- Jk: te hará falta después.

Sale de mi apartamento y me deja con un silencio ensordecedor. Me da tristeza pensar que tiene razón, todos mis ahorros los gaste en el anillo que le regale por su cumpleaños, incluso lo que tenía para regresar a México.

Tomo una nueva botella de vino y me meto en la bañera.

El agua seguramente me hará sentir mejor.

Salgo de mi baño y me recuesto con el cuerpo húmedo sobre mi cama, tomo mi manta y dejo el celular al lado de mi cama para poder dormir tranquila.

Mi teléfono suena muy temprano, es un mensaje del banco informándome que acaba de llegar un depósito a mi cuenta, al leerlo me percató que esta cantidad es exagerada. Hablo para preguntar que es lo qué pasa y me sorprende saber que el dinero viene de la firma de Suga, lo pienso unos minutos pero decido marcarle.

- S: qué pasa?
- A: eso mismo quiero saber yo, porque esa cantidad?
- S: es lo necesitas para ir a México... no?
- A: no hace falta que me lo des.
- S: a mi tampoco me hace falta ese dinero - se escucha que suspira muy profundamente - tómalo como tú liquidación de aquí.
- A: lo siento tanto.
- S: yo lo siento mas... debo irme ahora.

La llamada se corta justo después de que me dice esto, hacia mucho que no me sentía hacia de mal. No puedo controlar las lágrimas que salen de mi, cada una arde más que la anterior y mis sollozos son tan fuertes que estoy segura que los vecinos pueden escucharme a través de estas delgadas paredes. Pasan unos minutos y me vuelvo a quedar dormida.

- Jk: vamos Aretha... despierta.
- A: qué haces aquí? - digo tallándome los ojos por la claridad que entra en mi cuarto.
- Jk: salgamos a desayunar, tengo hambre.
- A: no tengo ánimos...
- Jk: vamos! No me hagas esto, quiero salir contigo.
- A: esta bien.

Salgo de mi cama y me arreglo lo más rápido posible.

- Jk: wow, hoy te ves hermosa.
- A: no mientas - No puedo evitar sonreír - vamos.

Regresamos a mi casa después de pasar todo el día de compras y de paseo, Jk me dice que quiere que pase estos días en su casa, así que preparo mi maleta para irme.

- Jk: aún no se si pueda así que tú solo estate preparada.
- A: lo haré - le sonrió mientras sigo metiendo cosas en ella - quieres que pida algo de comer?
- Jk: creo que Jimin y Jhope traerán.
- A: vendrán a mi casa?
- Jk: si... te molesta? - Niego con la cabeza - que bien porque no tardan en llegar.

Preparo un poco cuarto para recibir las visitas y justo cuando estoy terminando veo a Jimin en la entrada.

- Jm: porque jamás me habías invitado a tu casa?
- A: no creo que sea el tipo de casas que visites...
- Jm: no seas así - pone cara de estar avergonzando y me da ternura pero a la vez me impresiona como puede ser tan tímido y tan intimidante cuando se lo propone... supongo que así es como convence a todas las mujeres con la que sale - te puedo ayudar en algo?
- A: estoy bien - tomo unas toallas - ya termine... solo debo guardar es... oye! Qué haces?

Quiero que seas tú. Suga o Jk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora