El fin de semana

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- k: regresare el domingo por la noche, puedo venir a dormir aquí? - me dice mientras toma sus cosas del suelo.
- A: claro que si... aquí te estaré esperando.

Termina de recoger todo y camina a la sala.

- A: de verdad no te puedes quedar? - lo digo casi en súplica - te prepararé el desayuno.
- Jk: me encantaría - su teléfono prende la pantalla por 4 vez desde que empezó a cambiarse - pero tengo un compromiso ahora... tengo que ir y saldré ya tarde.
- A: esta bien... porque no respondes? - escuchar la vibración de su celular me pone nerviosa.
- Jk: solo me presionan para que ya llegue - se acerca y me da un suave beso en los labios - te escribiré después.
- A: esta bien...

Me quedo para en el marco de mi puerta y tengo un repentino sentimiento de que algo pasará, trato de no darle importancia pero no logro entender que es lo que me preocupa ahora.

La alarma de mi celular me avisa que son las 7 de la mañana, olvide quitarla para poder dormir un poco más pues Suga me dijo que llegara a las 10 al estudio, salgo a correr un poco y al salir de bañarme me siento relajada y bien despierta.

Camino a la cafetería que tanto me gusta y pido dos cafés helados. Llego al estudio un poco más temprano de lo que pensé pero para mi sorpresa Suga esta ya ahí.

- A: creí que llegarías más tarde - le doy el segundo café que traje - me hubieras escrito que aquí estarías.
- S: esta bien, sólo hice unos ajustes a algo que estoy componiendo - se levanta - tengo varias vueltas que hacer el día de hoy.
- A: vamos entonces.

Recorremos toda la cuidada para lograr hacer todo lo que tenia en su agenda, a pesar de que el día a sido ajetreado no me siento cansada. Platicar con el me hace sentir cómoda en cualquier lugar.

Me pregunto cómo sería estar a su lado.

- S: quieres que busquemos algo para cenar? - me mira unos segundos y después regresa la vista a la autopista - después de eso puedo llevarte a tu casa.
- A: compremos algo y vayamos a ver una película, estoy exhausta.
- S: suena bien.

Salgo de bañarme y veo que Suga a puesto un pícnic en mi sala, Se ve bastante tranquilo ahora tomando una cerveza.

- A: puedes pasar a bañarte, tengo ropa que estoy segura que te quedará.
- S: me encantaría - dice mientras hace un ademán de estar sufriendo - necesito sentirme fresco.
- A: vamos, te daré algo y mientras te baño caliento la cena.

Después de 20 minutos esta todo listo en charolas y el aparece por la puerta de mi cuarto.

- S: ahora huelo a ti - toma la sudadera y la acerca a él - eso me recuerda que tengo varias cosas tuyas en casa.
- A: ahora yo tengo ropa tuya aquí, la guardaré para cuando la necesites.
- S: Gracias.

Ponemos una película y tras dos horas de comer y platicar me quedo dormida a su lado.

Despierto atontada y me incorporo un poco.

- S: qué pasa? - está acostado a mi lado y me habla sin abrir los ojos - vuelve a dormir.
- A: lo haré, pero vayamos a la cama - me leva y lo trato de jalarlo hacia mi - el suelo es muy duro.
- S: esta bien.

Se levanta y puedo ver que camina con los ojos cerrados, parece que se sabe mi pequeño departamento de memoria y por alguna extraña razón eso me hace feliz.

Se deja caer sobre mi cama y por unos segundo me quedo parada al otro lado, no se si sea una buena idea que durmamos juntos.

Pero dejo de pensar y empiezo a hacer las cosas por inercia, tomo una sabana y nos cobijo a los dos.

Quiero que seas tú. Suga o Jk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora