El silencio

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Mi cabeza ahora trabaja a mil por hora, porque el pidió que yo estuviera en ese puesto? Levanto la mirada y me topo con la suya; se ve tan sereno, casi parece una escultura de lo inmóvil que está.
Me levanto y acerco la botella y su copa, se la entrego y sirvo más vino en ella, me siento y sirvo una buena dosis en la mía.
La tomo casi por completo en los primeros tragos y la dejo a un lado de silla. Estoy pensando que será lo siguiente que preguntaré pero mi mente está procesando tanta información que me quedo en blanco.
- S: te mostraste tan natural cuando llegue a la puerta de tu departamento, porque aún no me preguntas como sabía cual era? - lo miro nuevamente y siento el peso de lo que acaba de decir - sabes cuantas veces me paré frente a esta puerta y me fui?
- A: porque me dices esto? Como lo sabes?
- S: yo investigue todo de ti. Se que tienes dos años viviendo aquí, se porque llegaste al otro lado del mundo, se porque siempre llegas a la misma cafetería todos los días...
- A: porque haces todo esto ahora, fuiste tú el que me trato peor que intruso cuando recién llegue, fuiste el único que me hizo sentir excluida de todo este lugar y ahora me dices que estás genuinamente interesado en mi? Quieres que agradezca?
- S: se lo que significa tú nombre.
- A: qué?
Esto me toma por sorpresa, tengo este sentimiento de que estoy conociendo a alguien compleméntame diferente a la persona que e visto siempre en el trabajo.
- S: significa virtud, y creo que nada te podría describir mejor que una persona virtuosa, ese día que llegaste a la oficina después de 5 días desempleada yo te observe, desde el primer paso que diste en el edifico. Llegue antes que los demás porque estoy escribiendo nuevas canciones, pregunté por ti en recursos humanos y les pedí que me pasaran tu expediente. Recuerdo que te pregunté si eras nueva cuando salías de ti entrevista y tú solo te quedaste inmóvil observándolo a él -parece dolido al decir esto - tuve que ir dos días seguidos para solicitar tu contratación, hasta estuve presente cuando te llamo el CEO.
Recuerdo vívidamente el día de mi entrevista, recuerdo la llamada del CEO, todo lo que dice, todo lo que describe aparece como película en mi mente.
- A: y porque me trataste así? - lo digo tan dolida que parece afectarle lo que acabo de decir.
- S: porque no quiero que pase lo mismo que paso con la anterior a ti - me mira por un segundo y se recarga en el sillón tallándose la cara, parece que quiere borrar algo de su mente - tengo tantas mujeres a mi alcance y quiero tenerte a ti, a ti que estás enmarada de uno de mis mejores amigos y que para mi mala suerte el lo esta también.
Lo que acaba de decir me tiene helada, no se que decir, no quiero mirarlo, agarro la botella y tomo directamente de el, siento como me la quita de la mano y bebé el resto de ella, la deja sobre la alfombra, acerca su mano y me besa tiernamente. Me gustaría decir que me resistí pero la verdad es que disfruté mucho lo que sentí, era un beso lento y lleno de cariño, si me hubiera casado se que me abría encantado recibir un beso como este frente al altar, tan honesto, tan sensible, tan lleno de emociones y formando esta conexión que sentía con el.
Se retira de mi rostro y se levanta del sillón.
- S: será mejor que me vaya - quiero decir que no pero no lo detengo - podemos salir mañana?
- A: si.
Me mira de nuevo a los ojos y sale sin decir nada más.

Me quedo sentada en la silla, en medio de mi departamento, me siento vacía y el silencio parece ensordecerme.

¿Que acaba de pasar?

Quiero que seas tú. Suga o Jk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora