Quiero que seas tú. Suga o Jk.

Las sombras de los árboles.

Han pasado tres días desde que llegue a la casa de Suga, han sido muy tranquilos y reconfortantes aunque aún no puede tomar vacaciones para irnos y creo que se pospondrán un poco más.

- S: tengo que ir hoy de nuevo a las oficinas... pero no tardaré...
- A: esta bien - le digo mientras acaricio sus brazos - Aqui te esperare.

Sale de la casa y arranca su vehículo rápidamente, no hemos tenido mucho contacto físico desde el día que vino Jk, me a dando tanto tiempo y distancia como puede y es un gesto que le agradezco.

Camino por la sala observando el gran jardín que está justo enfrente, puedo mirar todos esos árboles afuera de la propiedad y me pregunto si alguien a intentado subir a alguno para observar a Suga.

Busco en la nevera algo para comer pero la verdad es que estos dias no e tenido mucho apetito, lo cierro y decido tomar mejor una botella de agua, esta casa es demasiado grande, tiene tantos lugares en los que podría perder el tiempo pero se siente tan extraño, no termino de adaptarme a ella.

Busco entre las habitaciones algo que me llame la atención pero decido tomar una pequeña siesta; llego a la cama, me recuesto y tapo mi cara con una almohada.

Escucho unos pasos y después unos pequeños golpes en el marco de la puerta, me retiro la almohada y entrono los ojos hacia esa dirección.

- Jk: soy yo - lo veo entrar por la puerta de la habitación en la que yo estoy durmiendo - ahora debo venir a escondidas de mis amigos aquí.
- A: pues si eso debes hacer seguramente es porque sabes que estás mal... nadie sabe que viniste?
- Jk: lo sé, no puedo evitarlo... creo que nadie lo sabe - se sienta en el pequeño sofá frente a mi - cómo estas?
- A: estoy muy bien... tranquila.
- Jk: yo me siento mal desde qué pasó todo esto - ahora lo miro mas detenidamente y realmente se ve mal - no puedo dejar de pensar en todo lo que te hice.

Me levanto de mi cama y camino al sillón, me siento a su lado y tomo una de sus manos.

- A: porque estás tan mal? - aunque me da tristeza no puedo evitar responder con odio a lo que me dice - no estábamos muy bien de igual manera... y tú tienes mucha compañía.
- Jk: lo sé... no vine a hacerme la victima - me suelta la mano y pone ambas atrás de su cabeza - solo quiero saber cómo estás.
- A: pues ahora sabes que bien.
- Jk: no puedo creer que te perdí.
- A: yo no puedo creer que me hicieras esto.
- Jk Aretha, se que me equivoqué pero debes admitir que tú tampoco me veías como algo serio - se levanta del sillón y camina a mi cama - crees que no supe todas las veces que pasó algo con Suga? No se necesita que el me lo diga - me mira a los ojos y parece que quiere llorar - ni necesite ver fotos para saberlo - se deja caer sobre el colchón - y yo jamás te reclame nada cuando eso sucedía... en el fondo se que sientes algo por el pero deje que fuera tu decisión - se levanta para quedar sentado frente a mi, se recarga sobre sus rodillas y frota sus manos frente a él  - trate de no influir en eso y aun así nunca te fuiste... tú nunca lo escogiste a el.

Me pesa admitir que tiene razón, al final el siempre me decía que debía decidir qué era lo que quería y yo tontamente siempre lo seguí a él.

- A: tienes razón - me interrumpe antes de sue pueda decir algo más.
- Jk: no hay forma de poder regresar contigo? Los días están contados y yo no quiero estar con nadie que no seas tú - ahora puedo ver sus lágrimas recorrer el rostro que está frente a mi, se ve tan diferente ahora, como si fuera un ente gris - perdóname por lastimarte... no sabes cuanta falta me haces - talla sus mejillas para secar sus lágrimas - hare lo que pueda... lo que quieras... quiero recompensar todo el daño...
- S: hola Jk, que gusto que me visites - Suga se recarga en el marco de la puerta - quieres quedarte a cenar? Si me hubieras avisado de tu visita tal vez compraba algo especial.
- Jk: no me quedaré mucho tiempo más.
- S: sabes que esta será tu casa siempre - el tono de Suga cambio de enojado a triste en un segundo, justo cuando lo vio llorando.
- Jk: gracias.
- S: ven conmigo, creo que debemos hablar.

Ambos salen de mi habitación y yo no puedo evitarme sentir como la mala del cuento, me pesa saber que soy yo la que está quebrando su relación de amistad.

¿De verdad vale la pena lo que siento como para llegar a este extremo?

* SUGA 

- S: no puedes venir a hacer esto a mi casa.
- Jk: lo sé, no lo haría si ella estuviera en su casa - lo veo sentarse en la silla al lado de mi, le Ofrezco una cerveza y después miro al bosque - no e dejado de esperarla ahí pero ella jamás llega.

Debo pensar bien mis palabras, esta en juego mas que una simple amistad si el y yo discutimos.

- S: supongo que tienes razón - tomo un trago y paso el sabor amargo por mi garganta - no me interpondré la próxima vez que sepa que vendrás... tu jamás lo hiciste cuando la buscaba... así que deja de actuar a mis espaldas, se supone que la familia no hace eso.

Esta verdaderamente triste, me sorprende que le duela tanto y me lleva a suponer que el se enamoró verdaderamente de ella, siento un escalofrío pasar por mi cuello y un repentino sentimiento de culpa me invade. Y si de verdad intenta conquistará nuevamente así como yo lo hice cuando estaba con el.

- Jk: lamento fijarme en ella, yo sabía desde el principio que te gustaba - seca sus lágrimas pues parece que no puede ver a través de ellas y este hueco va creciendo dentro de mi conforme su rostro se ensombrece - lo supe desde que le gritaste eso cuando estaba frente a la puerta pero te lo juro que no lo puedo evitar, no puedo evitarla a ella. No se si fue el hecho de saber que tú estabas en contra de ella - cómo olvidar ese incidente , que tan diferente serían las cosas si hubiera hecho todo bien desde el principio? - supongo que al principio no me imagine nada de esto - una pequeña sonrisa sombría aparece en su rostro - cómo lo iba a saber... no pensé que llegara tan lejos, te soy sincero... hace tres dias descubrí lo que siento por ella y me da miedo perderlo, no puedo evitarlo.
- S: ninguno de nosotros es su dueño, ella es la que debe decidir qué hacer.
- Jk: ustedes... duermen juntos?

Abro mucho los ojos al escucharlo, hace unos años que nos conocemos, aún lo recuerdo antes del debut, ese niño tímido a desaparecido, me siento estupido, como si hubiera descubierto algo muy lógico... ya no es un niño.

Estoy hablando con un hombre. 

- S: no - me pregunto si ellos lo hacían regularmente - ella duerme en el cuarto que la viste.
- Jk: Suga... de verdad discúlpame por esto... por lo que haré - se toma lo que queda de su cerveza de un trago - voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que ella regrese a mi.
- S: lo entiendo, pero entiéndeme tú a mi también que yo haré lo mismo - le doy unas palmadas en la espalda, puedo sentir como tiembla mientras respira - y créeme que voy a respetar lo que ella decida.

Muchas preguntan cruzan mi mente y me lastiman el solo imaginar las respuestas, pero todo se resume en si verdaderamente Aretha esta enamorada de mi o si es solo el consuelo que encuentra conmigo lo que la hace quedarse.

El hecho de que yo si hago por ella todo lo que no encontró en el.

Lo miro un instante, esta muy concentrado en el dibujo de las sombras de los árboles que los rayos del sol dibujan En el suelo.

Me reclino en mi silla y abro otra cerveza, los días son más largos desde que siento esta tencion sobre mi, el saber que por un lado estoy lastimando a mi mejor amigo y por el otro esta la oportunidad de estar con la mujer que amo.

Solo espero no perderlo todo en esta apuesta, pero también se que a estas alturas no podría perderla una segunda vez.