Quiero que seas tú. Suga o Jk.

Mi primer día.

- S: bueno, pues... - se talla la frente - supongo que me ayudaras con papeleo, alguna otra cosa en el estudio - mira hacia atrás y señala la habitación que está a sus espaldas - no estaré siempre aquí, supongo que me acompañarás a donde te necesite - se encoge de hombros y me mira a la cara - no se muy bien cómo funcione esto, pero aprenderemos conforme pase el tiempo.

Se hace a un lado para que pueda pasar, me señala un pequeño escritorio con una silla al lado.

- S: lo compre ayer, si no te gusta podemos cambiarlo.
- A: es perfecto - me siento el la silla y no puedo evitar reír un poco - muchas Gracias.
- S: dije algo gracioso? - me mira extrañado.
- A: no, me da risa la situación... pero todo está bien.
- S: porque te da risa? - acerca la silla al lado de mi y se sienta justo enfrente.
- A: no sabes para que me necesitas y aún así me ofreces más dinero del que ganaba, eres muy buena persona.
- S: oh, es que yo no sabía cuanto ganabas - estira las mangas de su sudadera para ocultar sus manos - ademas, yo creí que era poco dinero... como pueden sobrevivir con eso?

Me mira con una expresión tan inocente que no puedo evitar reír.

- A: para los simples mortales, eso es un gran salario.
- S: de verdad? - me mira un segundo y después voltea al techo - vaya...
- A: por ahora dime en qué te puedo ayudar.
- S: bueno, tengo estas hojas que no e organizado - señala un altero al lado de mi nuevo escritorio y pongo cara de sorpresa - si es mucho puedes dejarlo para después.
- A: tienes que ser un poco más estricto - lo miro mientras recorro mi silla hacia el altero de papeles para subirlo al escritorio - recuerda que ahora trabajo para ti.

La mañana pasa muy tranquila, casi termino con el papeleo. Me sorprende que sea tan descuidado con este tipo de cosas... nada que ver con lo organizado que es Jk.

- S: quieres salir a comer algo? - mira el reloj - yo muero de hambre pero tengo mucho trabajo.
- A: puedo encargar.
- S: no! Debes salir a comer - presiona algunos botones en la enorme consola frente a el, visto desde mi perspectiva me impresiona mucho su conducta cuando trabaja aquí - no te puedes encerrar igual que yo.
- A: no importa, es un espacio acogedor.

Y es cierto, el edificio parece pequeño, pero los espacios dentro de él son grandes y llenos de cosas de colores que contrastan con el gris de las paredes y los suelos. Hay obras de arte por todos lados, se nota la mano de Suga en todo lo qué hay aquí, su estudio es el más grande de todos, tiene una cabina para cantar, muchos instrumentos y grandes consolas y bocinas donde el se sienta todo el tiempo. Justo al lado de la entrada tiene una pequeña sala y una mesa al lado de ella; nos vemos muy pequeños dentro de este lugar, pero el ambiente es sereno y silencioso.

- A: qué quieres comer?
- S: lo que tú escojas estará bien.
- A: bien - llamo a un restaurante que está cerca de aquí y ordenó lo primero que se me viene a la mente - listo, tardarán poco en traerlo.
- S: Gracias, quieres tomar algo? - señala un pequeño refri la lado de el - puedes tomar lo que quieras.
- A: Gracias - tomo dos botellas de agua y le pasó una a el.
- S: tengo que grabar algo, me puedes ayudar?
- A: claro.

Me indica algunos botones y cuando debo presionarlos, el entra a la cabina y hace señales con la mano para entender que debo hacer.

Una pista empieza a sonar y el cierra los ojos, unos segundos después comienza a cantar; debo admitir que el rap no es lo mío, pero escucharlo a él es mágico. Me pierdo por completo en su voz y en sus expresiones corporales, me toma unos segundos salir de mi trance cuando entiendo que me hace la señal de cortar ahí.

- S: qué te parece? - sale de la cabina emocionado.
- A: me encanto! Me sorprende lo bueno que eres.
- S: debo tomarlo como alago o como ofensa?