Quiero que seas tú. Suga o Jk.

Volvi a casa

- A: pues bien, debo empezar diciéndote que yo estuve en una relación larga... hace mucho tiempo...
Empecé a hablar y sentía un nudo en la garganta pero debo sacarlo de mi mente ahora.

Yo no estaba enamorada, pero si me acostumbre a su presencia.
Era una buena persona cuando se lo proponía y aunque muchas veces las discusiones que tuvimos me dijo cosas hirientes creo que no puedo guardarle rencor; siempre intentaba apoyarme en lo que necesitara. Su carisma me acompañó durante una gran trayectoria de mi crecimiento emocional y se que no sería la persona que soy ahora si no fuera por el y apestar de mis errores y de los defectos que tengo, es algo que siempre le voy a agradecer. Saber que el se quedaría a mi lado a pesar de lo que pasará era como saber que tienes un boleto de lotería ganador aunque el premio solo sea un reloj de plata, independientemente de lo que la vida me deparará sabía que eso me acompañaría para siempre y eso es lo que él me hacía sentir, que tenía la seguridad de jamás quedarme sola.
Pero entonces algo cambio.
Todo pasó en cuestión de meses, el y yo estábamos muy estable, teníamos nuestra rutina y disfrutaba tanto su compañía como su ausencia.
Y entonces apareció el, si tuviera que describirte como era estar con el creo que tengo un ejemplo muy sencillo; todos hemos pasado por unas vacaciones inolvidables, esas en las que sientes que todo salió bien, hiciste todo lo que querías hacer y sabes que regresar a casa te quitará este sentimiento de que estás pleno y disfrutando realmente de tu vida. Pero llegas a casa, estás en tu cuarto en silencio recostado en tu cama, olvidas el equipaje, olvidas que regresarás a la rutina, sientes que tu viaje fue ya una vida pasada. Estás ahí, mirando al techo pero te sientes en casa... sientes que volviste a casa, así era estar en sus brazos.

Durante los siguientes días disfrutaba de sentirme en casa cada vez que lo veía, mi alma se llenaba cada vez que me decía que estaba esperándome. Creo que mi vida tuvo sentido después de él, comprendí lo que era amar sin límites, por primera vez supe lo que se sentía querer dar todo por la felicidad de alguien más; nada en la vida dura para siempre y llego un día gris, en el que todo se me vino abajo, algo paso en mi casa, algo pasó con mi novio, algo pasó con el y algo pasó en mi.
Me rendí y solté todo... pensé en las cosas que dejé pasar, en lo que no hice, en lo que no dije y me sentí vacía. Tire a la basura mi boleto ganador de la peor manera y es una culpa que hasta ahora me acompaña.
Pero el me aferro con tus manos a su pecho, sentí que podía estar siempre con el. Puedo asegurarte que es la única vez que me enamoré.
Verlo a los ojos era como ver el futuro, sabía que era a su lado donde quería estar, hice todo por tenerlo conmigo y se que él hizo lo mismo...

- S: y porque lo dejaste entonces?

Su respuesta me saca de mi trance, no se cuanto tiempo llevo en silencio y ni se en que momento empecé a llorar pero puedo sentir mi cuello empapado, el se levanta, camina al baño y después de unos segundo regresa a mi lado, me tiende un pañuelo y sigo con mi relato.

A pesar de los esfuerzos de seguir juntos algo en la relación se quebró sin darme cuenta, lo vi demasiado tarde y no lo pude detener, como cuando ves desbordarse una presa vi caer el futuro que tanto espere y mire como se alejaba de mi, se escapaba de mis manos como el agua.
Los días dolían uno tras otro y por más que intenté encontrar una solución veía algo más caer a mi alrededor. Sentí que el peso de la relación la cargaba solo yo y simplemente lo deje caer.
Me despedí sin querer decir adiós y lo abracé por última ves sin querer dejarlo ir.

Muchas veces fueron las veces que me busco y yo no aceptaba que eso pasara, el miedo de volver a sentir lo que sentí antes de terminar me paralizaba, me helaba el cuerpo y hacía que las lágrimas salieran.

Deje pasar los días, los meses, la vida. Mi mente trabajaba sola, yo me levantaba y hacía lo que debía hacer como reloj; deje de vivir y me dediqué a solo sobrevivir.

Algunas semanas después mi madre me dijo que debía arrepentirme de hacer algo y no de no saber que hubiera pasado...
Ella sabía que estaba mal y no quería seguirme viendo así.

- S: y entonces qué pasó?
Ahora siento su brazo sobre mis hombros y mis lágrimas salen sin control.
- A: lo llame.
- S: Y?
- A: me enteré de lo peor que me pudo pasar.
- S: qué fue?
- A: me dijo que se casaría en un mes. Tomé las llaves de mi carro y llegue a su oficina.
Le pedí que me explicara que pasaba y el me dijo que creyó que jamás regresaría. Entonces ella volvió, la persona que también lo acompañó por tanto tiempo. Encontró a su boleto ganador con un premio de consolación... lo encontró y lo canjeó.
Recuerdo llorar frente a él, sentando en el suelo y con un montón de dudas dentro de mi.
Ese día entendí que perdí mi boleto ganador, que perdí el amor de mi vida y que perdí mi tiempo por miedo.

Y el miedo me hizo irme, no podía pasar por un solo rincón de mi casa sin recordar algo de el, no podía ir a ningún lado sin pensar en lo que viví que a su lado. Las personas llegaba y sus preguntas sobre el eran como navajas en mi pecho.
El miedo me trajo hasta aquí.
- S: el miedo de no volverte a enamorar?
- A:  no -lo dije con una sonrisa que dolía en mi cara - el miedo de no poder vivir sin el.

Me recosté sobre mi sofá y el silencio me aturdió.
Por un segundo deje de lado que Suga estaba ahí, deje de lado que tenía a Jk esperando a verme mañana.
Por un segundo olvidé todo y solo me recosté en mi sofá y mire al techo.
Jure jamás volver a sentirme así y busqué el lugar más alejado para lograrlo, me fui al otro lado del mundo para escapar de mis sentimientos.
Pero aquí estaba yo, hoy volví a casa.