Prologo

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Kirishima no sabia que hacer, sus manos temblorosas sosteniendo aquel aparato en sus manos. Hace unos días que debía haberle entregado el teléfono a Kaminari, pero sus instintos le pedían a gritos que no lo hiciera y él pacientemente obedecía.

¿Que debía hacer?

Por un lado sentía curiosidad sobre el objeto, y por otro lado, se sentía culpable por tener el teléfono mas tiempo del que quería.

¿Por qué no lo entregaba?

Ni el mismo lo sabia.

La curiosidad comiéndolo por dentro, haciendo que cada vez que encendiera el teléfono ajeno, la culpa embargara su ser y lo apagara casi al instante.

Había evitado ver al rubio de ojos ámbar para así no sentirse tan culpable, o cometer alguna estupidez que posiblemente afectaría su amistad.

Pero. ¿Acaso alejándose de él no perjudicaba su amistad?

Soltó una exclamación frustrado dejándose caer de espaldas en su cama, debía tomar una decisión rápido para así entregarle el teléfono y librarse de una vez por todas de cada una de las dudas que tenia consigo.

Unos golpes a la puerta lo sacaron de sus pensamientos y tras ocultar el teléfono ajeno bajo la cama, agarro el suyo para fingir que jugaba alguno de los juegos que había descargado.

—Adelante—dijo alto para que la otra persona al lado de la puerta lo escuchara.

—Eijirō—saludo Katsuki entrando a la habitación del pelirrojo, quien pretendía jugar Candy Crush.

—Blasty— devolvió el saludo el pelirrojo con una brillante sonrisa en su rostro, pocas veces su pareja entraba a su habitación y siempre era para pasar tiempo juntos, o simplemente porque quería cariño.

—¿Estas ocupado?— preguntó de manera paciente y amable, algo que muy pocos o en dado caso ninguna persona pensaba que él podía hacer.

—Nop— soltó Eijirō saliendo del juego, haciéndose a un lado en la cama para que el cenizo pudiese acostarse a su lado.— ¿Todo bien?— preguntó curioso.

—Yo...— el cenizo se veía nervioso, no se mostraba cariñoso como siempre y al acostarse en la cama había tomado cierta distancia.

—Tu...—alargó la "U" señalando al cenizo con confusión.

—Yo...—volvió a repetir totalmente exasperado, ¿Por qué mierda era tan difícil decir esas palabras?

—Blasty, ¿Que ocurre?— se sentó en la cama y encaró al cenizo bastante preocupado por su actitud.

El cenizo miro directamente a los ojos al pelirrojo y haciendo uso de valor lo tomo por los hombros, de su boca salieron las palabras que desde hace unos días quería decir, pero no encontró el momento para ello.

Tampoco sabia como lo tomaría el contrario.

Inhaló y exhaló, preparándose para lo que vendría.

—Yo... Quiero terminar contigo.

Listo, ya lo dijo, y no iba a mentir,  sintió como un peso invisible abandonaba su cuerpo y se mostraba mas relajado.

Eijirō lo miro perplejo, aun sin procesar correctamente aquellas palabras, ¿Katsuki? ¿Terminando con él?

Tiene que ser una pesadilla.

—E-estas bromeando, ¿Verdad?— tartamudeo en un intento por evitar las lágrimas que poco a poco comenzaron a empañar su visión.

—Yo nunca bromeo— afirmó el cenizo desviando la mirada— Tu lo sabes muy bien.

Notas- (Libro 2) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora