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Denki miraba aquella caja con ojos brillantes.

No era ni muy grande ni muy pequeña, tenia un pequeño moño de color amarillo y la superficie visible estaba decorada por recortes de fotos de ellos, de tiburones tiernos y pikachu's enojados.

—Eres un tonto Eiji— soltó en una risita ahogada quitando aquel moño, en el interior de la caja habían muchas tiras de colores a modo de protectores, pues, en el centro de la caja se encontraban dos mas. Una un poco mas pequeña que la original y otra aun mas pequeña.

Denki chasqueo la lengua algo divertido.

—Tiene que ser una broma—susurro feliz.

Tomo la caja mas grande y leyó la pequeña nota que tenía en la tapa.

<<Abreme>>

Y el rubio ahogó una carcajada obedeciendo a la petición escrita. Abrió la caja y al voltearla para saber su contenido se sorprendió al ver un total de 20 sobres de colores. Cada uno con el color del arco iris o con pequeños sticker's de pikachu's o tiburoncitos.

Tomo cada uno de ellos, pero no tenían títulos o fechas, sólo colores.

Se encogió de hombros ante aquella muestra de lo detallista que puede llegar a ser el pelirrojo y saco la otra caja con cuidado.

El mensaje en la tapa lo hizo reír.

<<Abre los sobres primero, no seas malo 😭>>

—Hasta para esto eres dramático— le dijo a la nada y dejo aquella pequeña caja sobre su escritorio para no olvidarla, tomó la caja mas grande- dejando la que contenía los sobres en la cama-y la guardó en el closet para asegurarse de no dañarla.

Volviendo a su cama sintió una calidez embriagar sus sentidos de solo pensar en que todo aquello, lo había hecho el pelirrojo para él, solo para él.

Tomo los sobres y examinándolos mas a fondo noto que cada uno tenia un numero.

¡Que bien!

Al menos no tendría que estar a ciegas tratando de adivinar cual es la primera, lo cual era sin dudas positivo para una persona tan despistada como él.

Se sentó en su cama dispuesto a leer todas y cada una de esas cartas, si eran largas, leería algunas y luego dejaría las demás para el dia siguiente, si eran cortas las leería todas en ese preciso instante.

La curiosidad haciendo estragos en su sistema.

—¿Por que tantas cartas Eiji?

🐬

Eijirō se encontraba dando vueltas en su cama con el corazón latiendole a mil, la rosa que Denki le había dado encontraba con el tallo en un vaso con agua ubicado en su mesita de noche.

No quería que se marchitara rápidamente, y aunque lo hiciera, aquel hermoso gesto y la viva imagen del recuerdo seguiría fresco en su memoria.

—Deja de suspirar, pareces una colegiala enamorada— se quejaba Katsuki, quien acompañado de Sero y Mina estaban en la habitación del pelirrojo a modo de apoyo.

—Katsubro tiene razón Kirishima— secundó Sero apoyando plenamente al cenizo.

—Pues yo opinó que es muy lindo— objeto Mina suspirando de forma dramática.— Es la magia del amor.

Eijirō sonrió ampliamente de solo pensar que en ese preciso instante, Denki se encontraba leyendo las cartas que escribió para él.

...

Oh.

¡¡DENKI SE ENCONTRABA LEYENDO LAS CARTAS QUE ESCRIBIÓ PARA ÉL!!

La sensación de pánico se hizo presente ocasionando que con rapidez se sentara en su cama shokeado.

¿Había hecho bien?

¿Eran muchas cartas?

¿Eran pocas?

¿Había exagerado con los sobres?

¿Muchos colores?

¿Muy pocos colores?

¿Muy exagerado?

Una y otra vez las preguntas surcaban su mente haciendo dudar, no solo de que a Denki le gustara el regalo, si no también de su capacidad para dar detalles de ese tipo.

Mina lo miro extrañada, pero un leve golpe en la cabeza del pelirrojo lo hizo volver a la realidad.

Sero, quien se encontraba en la puerta esperando de manera paciente que Eijirō NO tratara de escapar, se llevo una mano a la boca conteniendo la risa, mientras Katsuki, revista en mano, golpeaba la cabeza del pelirrojo.

—Deja de pensar cosas idiotas—le decía en cada golpe.

Katsuki sabia que los golpes no eran nada para él, pero aun así debía encontrar un modo de distraerlo.

—¿Y si no le gusta?— fue la pregunta que soltó al aire y el cenizo contó hasta tres, como le había enseñado Midoriya, para calmar su ira.

—¿El regalo o tu?—pregunta Sero alzando una ceja.

—Ambos—responde el pelirrojo cabizbajo— durante tanto tiempo ignore sus sentimientos y lo hice sentir tan mal, simplemente merezco que me rechace si eso es lo que quiere.

Mina se acercó con ambas manos en la cintura mirándolo acusadoramente.

—¿Y que te hace pensar que va a rechazarte?—cuestionó algo molesta— Denki te esperaría todo la vida de ser necesario.

Eijirō la miro.

—Bien entendemos que fue error de ambos el no darse cuenta de sus sentimientos antes—hablo Sero acercándose— pero eso no quita que lo que siente por ti es sincero, le e visto la cara cuando están juntos, si no eres tu, no es nadie mas.

Eijirō lo miro.

—Entiendo que la forma en que términamos no fue la mejor—hablo Katsuki desviando la mirada—pero no dejes que eso te impida ser feliz, como te dije antes, hay alguien en este mundo que te ama mas de lo que imaginas.— le puso una mano en el hombro a modo de apoyo—Y pase lo que pase estaremos aquí para ti.

Eijirō comenzó a llorar.

¿Por que sus amigos y su ex novio son tan buenas personas con él?

Oh cierto.

Todos quieren que Eijirō sea feliz.

🐬

Denki leía y releía aquellas cartas, eran cortas de sentimientos hermosos y con fotos de él al inicio de cada una.

Se sentía amado.

Y no podía ser mas feliz.

Vuelve a re leerlas dejándose llevar por las hermosas palabras en aquellas cartas.

No.

Cartas no.

Notas.

Si.

Aquellas notas que hacen bailar su corazón.






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Notas- (Libro 2) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora