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Dia de limpieza, definitivamente el dia mas odiado por los estudiantes de U.A.

Todos se encontraban en la sala común buscando los implementó necesarios para limpiar sus respectivas habitaciones.

Entre ellos.

Eijirō y Denki, quienes no paraban de jugar lanzándose agua con un rociador y de perseguirse jugando a pelea de escobas.

Sip, Eijirō había mejorado considerablemente con ayuda del rubio eléctrico, y a 3 meses de su ruptura con Katsuki, se había recuperado considerablemente.

Había cortado y teñido su cabello nuevamente, sonreía y se divertía como antes.

Pero su mirada...

Su mirada seguía aferrándose al pasado.

Y Denki lo sabia, por mas que tratara de ayudarlo le sería difícil, muy difícil, y mas aun que las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina, razón por la cual limpiaban sus habitaciones.

—Oigan par de inútiles- la voz fuerte de Bakugou llamó la atención del rubio y el pelirrojo quienes seguían jugando- Muevan sus traseros, y dejen de gastar los malditos productos.

-Kacchan, no seas así- lo regaño Izuku y el cenizo solo chasqueo la lengua.

Hace un mes confirmaron su relación.

Y Denki estaba tan feliz por el pecoso, pero a la vez sentía pena por Eijirō quien tenía que ver como el amor de su vida, estaba feliz con su verdadero amor.

Eijirō paro el juego y tras sonreír tomo los productos necesarios y se fue a su habitación a limpiarla, como anteriormente había dicho que haría. Sus sentimientos arremolinándose a medida que cambiaba con paso presuroso y decidido, quiso que todo acabará allí, y al entrar en la comodidad de su varonil habitación, sintió que por fin pudo tomar un descanso de la amarga sensación en su pecho que crecía mas y más.

Esta bien, hace un mes que se había confirmado el noviazgo de Izuku y Katsuki, pero aunque se sintiera feliz por ellos, simplemente no puede verlos.

Al menos no por ahora.

Cerro la puerta con un movimiento de su pie, y dejo los implementó a un lado para comenzar a mover los pocos muebles que tenia en su habitación y así comenzar a barrer.

Ordeno algunas cosas, boto algunos papeles para nada importantes y arreglo su ropa por color, tenia música de fondo, así que aquello que para algunos es monótono y aburrido, para él, quien trataba de distraerse a toda costa, le era fascinante y entretenido.

Paso aquella escoba debajo de la cama para recuperar algunos zapatos que daba por perdidos, y el otro par de las medias que hacia tanto había buscado, pasándolo un poco mas al fondo, noto un pequeño rectángulo amarillo y recordó que hace meses, el dia que Katsuki lo dejo, él había arrojado el teléfono debajo de la cama.

Trato de encenderlo en vano, y rodando los ojos le conectó el cargador con la esperanza de que encendiera, se sintió aliviado cuando finalmente aquella lucesita roja encendió, seguido del logo.

-Bien- se dijo a si mismo subiéndole un poco mas de volumen a su teléfono- Una cosa menos, ahora a continuar la limpieza mientras carga el teléfono- sonrió quitándose una pelusa del cabello- no seria varonil de mi parte que deje este lugar como un chiquero.

Y dicho esto, mientras escuchaba algunas canciones de Big Time Rush.

Continuó su limpieza.

Después revisaría el teléfono.

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Denki observaba con un semblante algo triste como el pelirrojo le daba la espalda y se marchaba.

Sintió su corazón oprimirse al ver su hermosa sonrisa ser transformada en una mueca, y como sin decir palabra alguna lo dejo, parado en aquella sala a la espera de una invitación- así sea para limpiar- que nunca llego.

-¿Como puedo ayudarte si sigues mirando el pasado?- susurro para si mismo, y tomo sus cosas para irse a su respectiva habitación a limpiar.

Una vez en ella cerro la puerta a su espalda y se dejo caer de rodillas.

-¿Por que lo sigues viendo con amor?- se preguntaba el rubio con voz temblorosa- ¿Por que no me miras como aquel dia que te di el sándwich?, ¿Por que no sonríes como hace unos días lo hiciste porque me caí en un estanque?

Gruesas lágrimas saladas caían de sus párpados al suelo, y se maldijo a si mismo por seguir enamorado de alguien que ni lo mira.

¿Es su destino se rechazado inclusive antes de declararse?

Río amargamente.

Como desearía ser correspondido.

Con lentitud se levantó dispuesto a limpiar, no podía escuchar música ya que hace meses que había perdido su teléfono y sus padres se negaron a comprarle otro, al inicio se había sentido mal por ello.

Pero estar desconectado del mundo y las redes sociales, le hizo bien, ahora puede ayudar a su pelirrojo amigo y luchar contra sus propios sentimientos sin distracciones.

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Notas- (Libro 2) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora