Advertencia: Mpreg.
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Narra Jin:
Me detuve a mirar más de una vez la carta que tenía entre mis manos, prestándole atención a cada detalle, fijándome que no tenga faltas ortográficas y ninguna mancha. La releí varias veces, intentando darme cuenta sí he sido lo suficientemente claro.
Una lágrima cayó por mi mejilla, la cual me encargué de secar de inmediato. «Es su culpa, ¿cómo pudo importarle más su trabajo que yo?».
Se atrevió a dejarme la noche de año nuevo, sólo por una simple cena de trabajo, y ni fue capaz de invitarme.
La típica y cansada rutina de todos los días era levantarnos, comer el desayuno “juntos” (porque la mayoría de las veces lo hacíamos por separado), dejarle la ropa lista sobre la cama, para después verlo marcharse sin ninguna clase de despedida especial, ni siquiera unas simples palabras; luego me tocaba hacer el aseo de la casa y preparar el almuerzo para los dos, por si a él se le llegase a ocurrir venir (algo que es muy poco probable).
Solía dormir una siesta en las tardes, o sino leer o ver televisión, sólo para entretenerme en algo y no dejarme abrumar por el silencio total en la casa.
Por la noche me tocaba cenar solo, ya que él solía llegar hasta entrada la madrugada, por lo que también me iba a dormir solo.
Y al final, el bucle se volvía a repetir. Todos los días eran los mismos.
Él no se daba cuenta de nada por estar tan al pendiente de su empleo, ni siquiera había notado mi (un poco) abultado estómago. Apenas y hablábamos durante el día, y sólo era para decirnos buenos días.
Lo único que mi vida tenía de emoción eran las noches de “amor” (si es que aún se le podía decir así), las cuales terminaron hace dos meses y donde quedé en estado, por lo que mi vida no tenía nada de importante, más que mi bebé.
Tenía la esperanza de que se diera cuenta sólo, ya que cuando trataba de contárselo, siempre tenía algo más importante que hacer, o sólo no encontraba el momento ideal. Pero no, él nunca lo notó. Nada.
Después de cinco años de matrimonio, parecía que yo ya no le importaba en lo más mínimo. Los primeros tres años fueron los más felices de mi vida, hacíamos todo juntos, nos besabamos todo el tiempo, pasábamos momentos increíbles mientras nos perdíamos entre miles de charlas, y hacíamos el amor todas las noches (incluso una vez llegamos al punto de hacerlo casi dos semanas completas sin salir de la casa).
Esos eran buenos tiempos.
De la nada los antiguos recuerdos invadieron mi mente, aquellos de cuando yo tenía 22 años y Namjoon 21, el día que nos conocimos.
*** FLASBACK ***
La arena de la paya provocaba que mis pies se hundan en cada paso que daba, mientras la brisa veraniega pegaba en mi rostro con suavidad.
Habíamos decidido con mis amigos venir a la isla Jeju en verano, ya que tenía uno de los mejores paisajes cuando el sol se ponía, y (para qué mentir) era uno de los más baratos.
En éste momento estaba sólo, porque mis amigos se habían quedado en el hotel a descansar, ya que ayer habíamos salido de fiesta. Yo, aprovechando que ayer no tomé tanto y no me sentía con resaca, había decidido salir a pasear un rato por la playa y disfrutar del aire cálido.
O al menos ese era mi plan, hasta que...
— ¡Hey, cuidado! — escuché una voz masculina gritar por encima de todas las voces de las personas que había en la playa, para seguido sentir algo golpear mi cabeza de frente, provocando que caiga de golpe al suelo.
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One Shots || BTS [Vkook, Yoonmin, NamJin]
FanficPequeñas historias de mis shipps favoritos de BTS. 💜 __________________________________________________ «Contenido Homosexual, si no es de tu agrado, por favor no lo leas. Evitemos los comentarios ofensivos. 😉»