"Y una vez que la tormenta se acabe, tu no recordarás como la atravesaste, como te las arreglaste para sobrevivir. No estarás siquiera seguro, incluso de si la tormenta en verdad se acabó. Pero una cosa es cierta. Cuando salgas de la tormenta, tú no serás la misma persona que entró. De eso es de lo esta tormenta se trata."
― Haruki Murakami, Kafka on the Shore
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CAPÍTULO 14
POV Armando
-Buenos días señor Mendoza ¿Cómo se siente?
Acabo de abrir los ojos hace unos minutos cuando la enfermera entró a revisar mis signos vitales y a aplicarme los medicamentos, algo para el dolor y el antibiótico que el doctor ya me había explicado antes.
-Buenos días Doctor Sierra, hoy podría decirle que me siento un poco mejor, tal vez no me vea así todavía, pero esto va a tomar tiempo, sobre todo por estos lindos moretones – afirmo señalando con la mano los colores en mi pecho.
-Tiene toda la razón, esos serán los últimos recuerdos que se le borren cuando salga de aquí. De nuevo le digo, es usted un hombre muy afortunado.
-Lo se Doctor, créame que estoy muy agradecido con el de arriba por esta oportunidad. Y pues bueno, también con ustedes por ayudarme.
El doctor termina de revisar los gráficos y diferentes tablas con reportes que están arriba de mi cama.
-Es todo un gusto poder ayudarlo a irse a su casa por fin.
-¿Cuándo me dará la salida doctor?
Entonces veo que hace una mueca extraña. Algo de lo que tiene ese reporte no le ha gustado.
-Mire señor Mendoza, veo aquí unas cifras de oxigenación que son adecuadas, pero el reporte indica algunos silbidos pulmonares, quiero asegurarme que conforme a las apariencias, todo está bien en su interior, que no tenga demasiada sangre acumulada en el pulmón.
-¿Qué puede causar esos silbidos doctor?
-Vamos a esperar a realizar los estudios, por ahora empezaremos con unas placas de Rayos X del tórax, para ver a grandes rasgos a que nos enfrentamos, igualmente ordenaré un ecocardiograma para observar con detalle su corazón y los vasos principales conectados a él.
-¿Aún no ha llegado mi novia? –pregunto porque sé que ella necesita estar al tanto de lo que sucede. Después de todo es quien mejor entiende la situación, incluso más que yo mismo.
-Aún no la he visto, pero ahora que salga hablaré con ella y miraremos en que momento puede entrar a verlo, no se preocupe.
-Muchas gracias Doctor.
-Mire señor Mendoza, voy a salir un momento a atender unas llamadas, haré las órdenes para sus exámenes y verificaré con el neumólogo que seguramente estará pasando en un rato a verlo.
-Sí señor, gracias.
El médico sale y llega una enfermera que me explica que va a tomar varias muestras de sangre, me pregunta si ya desayuné algo y cuando le confirmo que no, va en busca de mi bandeja con comida porque según me dice ella, el doctor no restringió mis comidas lo cual es bueno porque significa que no está pensando en operarme, por ahora.
Anoche no comí nada y hoy, después de que los medicamentos para el dolor empiezan a hacer efecto, siento que recupero el apetito. Tanto que hasta me antoja la comida de hospital.
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Desesperación
FanfictionArmando no permitirá que Betty se vaya para Cartagena con el francés. Hará lo que sea por reconquistarla. O al menos eso es lo que sigue diciéndose a si mismo. Una historia escrita en honor a Yo Soy Betty, La Fea, la única y original, escrita por F...