Capítulo 21

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"Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo."

― Nelson Mandela


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CAPÍTULO 21


POV Beatriz

Entro al baño y me mojo un poco la cara, me miro al espejo y noto claramente en mi rostro que estuve llorando.

Todavía siento el corazón encogido, pero al mismo tiempo me siento inexplicablemente libre. Es como él lo dijo, como quitarse un inmenso peso de encima.

Hoy decido que el perdón es el único camino, es la primera parte de lo que a fuerza debe pasar para que recuperemos ambos esa paz que tanto deseamos.

Y después, poco a poco, podremos volver a construir una confianza resquebrajada por completo, una relación que ante todo tiene que ser honesta y basada en la amistad sincera.

Yo necesito volver a confiar en él y él necesita saber que lo hago, yo quiero poder hablar de todas las cosas que pasaron entre los dos antes, no puedo estar llorando los platos rotos cada vez que algo me lo recuerde.

Armando tenía razón, necesitábamos hablar, él tenía que decirme lo que me dijo, no solo porque fuera a descargar su culpa sino porque yo necesitaba escuchar de su boca las explicaciones que me dio, las confesiones que me hizo, la verdad de su propia versión.

Sé que para muchos puede parecer incoherente y estúpido darle otra oportunidad después de todo lo que él me hizo, pero yo no lo veo así.

Primero porque perdonarlo es un acto que debo hacer más por mí que por él. Porque ahora que se cómo fueron las cosas para él, y que además entiendo mejor sus actuaciones, comprendo que debo perdonar además de sus errores sus debilidades y las mías.

Sí, yo también necesito perdonarme a mí misma. Por haber dejado que él se aprovechara de mis sentimientos, por ser débil ante sus manipulaciones, pero ante todo, por no detenerlo a tiempo y jugar a vengarme de una manera ridícula en lugar de enfrentarlo y exigirle que se detuviera.

Pero ahora todo eso es historia, algo que ya sucedió y que debe quedar allá, en el pasado, para no impedirnos vivir en el ahora, en el presente. Y la única manera de hacerlo es con el perdón.

Yo ya no puedo seguir negando que lo que siento por él es aún demasiado fuerte, y sé que entre los dos podemos intentarlo, podemos tratar de reconstruir nuestra relación sobre la base de una amistad, y si las cosas tienen que ser, estoy convencida que serán.

Pero no pretendo seguir siendo una víctima pasiva, no puedo sentarme a esperar que sea él quien se encargue de convencerme, de demostrarme sus sentimientos, de reconstruir la confianza.

Eso sería un gran error, sería volver a dejarlo en control de todo y solo aceptar lo que él me diga o haga, no puede ser así porque ambos estamos invirtiendo en esto, en lo que esperamos tener y como tal tenemos que trabajar los dos. Sé que es él quien debe disculparse y demostrarme que es digno de mi confianza, pero al mismo tiempo sé que yo debo demostrarle que estoy aquí a su lado y que quiero tenerlo en mi vida, que debo demostrarle lo que estoy ofreciendo para los dos y hacerle saber qué es lo que yo espero de él, de nuestra relación.

Llevar las cosas paso a paso, sin prisa pero sin temor, ese es mi verdadero reto.

Respiro profundamente, voy a la habitación por mi bolso y retoco un poco mi maquillaje, creo que es suficiente como para presentarme así a la oficina, en el camino espero que se despeje un poco más mi rostro.

DesesperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora