Añoranza

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Capítulo 56

“De amor no se muere, pero como duele"
 


 
En ocasiones me siento vacía y sola, como si mi vida no tuviera sentido alguno ¿Qué es lo que estoy haciendo con mi vida? ¿De verdad soy feliz? ¿Alguna vez fui feliz? No sé qué o como responderme solo sé que con Vegeta a mi lado me sentía la mujer más dichosa del planeta, creía que nada podía salir mal porque él estaba a mi lado, de una u otra manera me sentía protegida entre sus cálidos brazos y sabía que pase lo que pase; él estaría ahí, para mí, pero ahora me doy cuenta que no es así, nunca fue así y yo solo me invente un amor que nunca existió.
 
Permanezco aturdida viendo por la ventana. El cielo esta gris y para mi luce negro. Densas nubes cubren el sol, permitiendo que sólo pequeños rayos acaricien el suelo como ráfagas luminosas. Los árboles acomodados simétricamente en las verdeadas aparecen y desaparecen ante mis ojos a causa de la alta velocidad a la que vamos. Aquello empieza a marearme, así que desvío el rostro hacia mi padre Goku, quien permanece lucido y contento.
 
Noche buena pasa más rápido de lo que pensé y ahora mismo me encuentro con mis padres: Goku y Jiren, sujetos terriblemente musculosos que a lo lejos parecen matones sacados de una película de Hollywood (más papá Jiren), la gente no creería que son más cursis que nada cuando se trata de mi. Desde que nos vimos en el aeropuerto no han dejado de abrazarme y darme pequeños besitos que me hacen sonreír.
 
—Cariño, te extrañé tanto —me repite mi papá Goku cargándose entre sus brazos.
 
—Yo también te extrañé mucho —lo aprieto contra mi dejando que su tibieza me consuma.
 
Necesito que me apapachen
 
Y así como vine así mismo llega la noche buena, Caulifla no vino esta vez con nosotros, dijo algo sobre convivir con sus hermanastros terriblemente ricos en una mansión de lujo en Malibú, California.
 
Espero que este bien y no termine enterrándole el cubierto en el ojo a alguien
 
Esta noche solo estamos mis padres y yo, algo pequeño y delicioso.
 
—Demos las gracias y brindemos —pide papa Goku que ha preparado un fabuloso banquete.
 
Damos las gracias por la cena y llega la ronda de los brindis donde papá Goku saca sus peores ocurrencias que nos hacen decir. Miro de reojo a mi padre Jiren que también sonríe solo un poco, no lo quería decir pero lo noto muy extraño y de cierta forma molesto.
 
Coloco mi mano sobre la suya causando que me mire, le regalo una sonrisa sutil y él me da un guiñon de ojos.
 
—Te quiero, pa.
 
—Yo también te quiero, cariño.
 
Siento la extraña sensación de que no está bien y que su malestar tiene que ver conmigo.
 
¡¡¡¿Y si vio los videos donde Maron me golpea?!!!
 
Me lleno de miedo de inmediato. No creo que los haya visto y para ser sincera no estoy segura de que un video así esté circulando por Internet.
 
¡¿Pero y si sí lo vio?!
 
Empiezo a sudar frío así que no digo ni una sola palabra más por el resto de la noche.
 
Entro a mi viejo dormitorio donde me dejo caer en mi antigua cama, posters de artistas, famosos y demás decoran las paredes.
 
Que inmadura era
 
Pongo música en el tocadiscos (lo sé, ya nadie los usa).
 
Caigo en la cama, los pensamientos de culpa, tristeza y resentimiento inundan mi mente ¿él realmente me amo o solo lo aparento? Si fue así, le aplaudo, me lo creí por completo.
 
Tengo la esperanza de que por las noches piense en mí, al menos un segundo antes de dormir; es algo tonto, después de todo yo sigo esperando que su corazón lata solo por mí
 
 

***

 

—Apoyas las palmas de las manos de esta forma sobre tus rodillas —señala Caulifla haciendo lo que dijo— encorvas un poquito la espalda y sacas el trasero de esta forma y lo único que queda es moverlo como una completa bitch, si señor —comienza a twerkear al ritmo del reggaetón latino— eh, eh, eh.
 
Niego mientras sonrío metiéndome un puño de palomitas a la boca. Amo que me haga olvidar de mis problemas aunque sea por momentos.
 
Caulifla llegó ayer y se piensa quedar hasta que regrese a clases que es más o menos en medio mes.
 
—¡Hazlo! Bulma, acaba de comenzar otro año y tu aún no sabes perrear ¿Qué clase de amiga latina soy si no te enseño a mover el culo? —finge molestia tomando asiento a mi lado.
 
Estamos a la piscina de mi casa, mis padres no están y como era de esperarse: Caulifla organizo una pequeña fiesta donde invito a nuestros excompañeros del secundario: Broly, el más popular de nuestra generación obtuvo una beca en una muy buena universidad gracias a que es muy bueno en basquetbol. Yamcha no ha cambiada y sigue siendo un don Juan. Piccolo estudia psicología, Ten Chin Han se fue por Artes marciales, 17 es surfista y aunque parezca poco creíble, la sexy rubia (18) está comprometida con el simpático y nada atractivo Krilin. Kale estudia contaduría en una universidad del condado y ahora es menos tímida que antes.
 
Recibo la cerveza que me da mi ex amor platónico: Yamcha mientras me sigo preguntando ¿Qué estará haciendo Vegeta en este preciso momento?
 

 
Vegeta.
 
Maron duerme plácidamente en la camilla blanca con sabana azul, observo con detenimiento su aspecto que está hecha un asco, aprieto las manos cuando la ira me toma por completo al recordar que se atrevió a lastimar el suave rostro de Bulma.
 
Se retuerce incomoda en su lugar y yo me acerco a ella que abre despacio los ojos, una sonrisa aparece pero rápido la borro cuando cierro mi mano sobre su boca ejerciendo un poco de presión.
 
—Sí vuelves a tocarle un solo pelo, juro que te arrepentirás —la amenazo causando terror en ella.
 
No soy de los tipos que anda haciendo este tipo de cosas pero si se meten con mi pequeña Bulla jamás lo perdonaré sin importarme de quien se trate.
 
—Que sea la primera y última vez que haces una pendejada como esa, ya tuve suficiente con soportarte tres años —mis palabras crudas la hacen llorar mientras yo me recompongo— no quiero más escándalos de por medio, tienes que recuperarte rápido para que de una buena vez puedas largarte —gruño saliendo de la habitación.
 
Miro la hora en mi Rolex de oro blanco impaciente porque me den una respuesta ya.
 
—¿Cómo está ella? —le pregunto de inmediato al médico la tercera edad que se acerca a mi luciendo cansado.
 
—Hemos logrado estabilizar a la señora —informa con tono extraño buscando las palabras correctas de darme una mala noticia—… seré sincero con usted, ella no esta bien, tiene un terrible problema ¿no le parece extraño que allá caído por las escaleras así como así? —baja la voz acercándose un poco más a mi— Hice un chequeo completo, tiene el hombro izquierdo dislocado y unos cuando raspones y torceduras pero ella exagera el dolor, lo hace tan bien que es demasiado creíble. No quiero tomar medidas tan extremas pero parece que estamos lidiando con una paciente tipo A.
 
—¿Eso que quiere decir?
 
—Le recomendaré unos muy buenos psicólogos —mi ceño se frunce ante su respuesta tan extraña.
 
—No entiendo el porqué necesite algo así —confieso metiendo mis manos a los bolsillos de mi pantalón de vestir tomando una pose más erguida.
 
Maron tuvo de nuevo un “accidente" cuando estaba bajando las escaleras del departamento, he tenido que rentar toda esta planta del hospital sobornado a los médicos para que nada de esto salga en las noticias locales ya que sería un escándalo para mi dinastía.
 
—Aquí entre nos… ¿su esposa ha tenido pensamientos suicidas en los últimos días, semanas o meses? —trago en seco con su pregunta— le hicimos un chequeo completo y muestra cicatrices en las muñecas, moretones que tiene de hace tiempo y una muy severa desnutrición a causa de no comer.
 
Desvío la mirada dejando salir un suspiro, Maron ya no es la misma desde hace un mes cuando le propuse el divorcio, no come y todo el tiempo se ve envuelta en diferente accidentes que ponen en riesgo su fisionomía.
 
—Solo haga su trabajo y cúrela. Si necesita psicólogos pues bien, tráigalos pero nadie debe enterarse de esto —le dejo claro.
 
—Por supuesto que sí, cuidaremos bien a su esposa —le doy la espalda encaminándome al elevador.
 
“Su esposa".
 
Ja. Aflojo un poco el nudo de la corbata llegando hasta el estacionamiento donde arranco directo al departamento de Massachusetts.
 
—Buen día, señor Vegeta —me saluda el personal y yo los ignoro hasta llegar a la segunda planta.
 
—¿Todo esta listo? —les pregunto a las dos mujeres que se encargan de vaciar el clóset.
 
—Sí. Todas sus pertenencias ya fueron enviadas a donde nos ordeno —me informa una de ellas y yo asiento conforme.
 
—Háganse cargo de Maron cuando regrese.
 
—Por supuesto.
 
Miro por última vez este lugar donde nada aquí ya es mío. Mi divorcio es un hecho, solo falta que Maron firme y aunque sé reúse mil veces, ya puse una demanda ante el ministerio público.
 
Debo de encontrar a Bulma y darle explicaciones de todo esto》
 
Salgo de este gran departamento para llegar al lindo y acogedor nido de amor que tengo con mi pequeña Bulma.
 
La extraño
 
Entro a nuestro dormitorio donde me dejo caer envolviéndome en la sabanas que aún tienen su calor, las tomo entre mis manos aspirando con fuerza su aroma dulce que dejó impregnado.
 
Debo ir por ella
 
Todo será más fácil si lo dos estamos juntos, me la llevaré lejos de toda esta mierda y por fin podremos vivir juntos sin prejuicios ni inseguridades.


“Los amores que se viven en secreto, se sufren en silencio, y al menos uno de los dos corazones muere un poquito durante las noches; se ahoga entre suspiros y reproches que no tienen razón de ser"

𝔼𝕝 𝕄𝕖𝕛𝕠𝕣 𝔸𝕞𝕚𝕘𝕠 𝔻𝕖 𝕄𝕚 ℙ𝕒𝕕𝕣𝕖 []+𝟙𝟠[] (𝕍.𝔹)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora