Prestigious Mr. Gucci

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Capítulo 53

“La vida tiene esa jodida costumbre de quitarnos la venda de los ojos, cuando ya nos hemos enamorado del monstruo"
 

Maron.
 

Entro a la cocina y la sirvienta coloca nuestros platos con comida frente a nosotros, empiezo a comer pero Vegeta solo me mira sin mover un solo músculo.

—¿Pasa algo, Vegy? —le pregunto llevándome un poco de arroz a la boca.
 
Suelta un suspiro nada alentador y toma mi mano sobre la mesa.
 
Esto no es nada bueno
 
—Maron, quiero el divorcio.
 
Alejo mi mano bajando la mirada.
 
¿Por qué quiere el divorcio si yo lo amo?
 
Un nudo en mi garganta se forma mientras mi corazón se desgarra.
 
—¿Porqué? —pregunto con la voz temblorosa pero se abstiene de contestar.
 
—Estas son las condiciones del divorcio —me extiende un sobre amarillo y yo aún no salgo de la situación tan horrible— Te quedarás con los departamentos de Moscú, Nueva York, Paris y los de Hong Kong, también tendrás veinte de los automóviles y cuarenta de las camionetas, el 30% de la dinastía Gucci será tuyo y…
 
—¿Porqué? —vuelvo a interrumpirlo con lagrimas en los ojos viendo el papel donde estipula todo eso y más— ¡responde! —exijo— ¡Te he soportado todo, TODO ¿crees que esto importa?! —rompo los papeles del divorcio por la mitad levantándome del asiento y él hace lo mismo— ¡Yo te amo! —el llanto me invade y Vegeta, el hombre del cual me enamore me abraza— te amo…
 
Me aferro a su calor pero de nuevo ese maldito olor a cerezas dulces aparece. Volteo la cara con asco.
 
—¿Quién es? —pregunto con rabia— ¿Precious? ¿Cloe? —me alejo de él para ver su reacción pero solo se queda callado— ¿o Bulma? —sus gestos son tan indiferentes que no logro descifrar nada, Vegeta siempre ha sido gélido conmigo y lo acepté, creí que era así con todo el mundo pero llegó a un punto donde regresaba más tarde de trabajar pero de buen humor, al principio me alegré pero después empezó a no llegar a dormir a casa, pensé que otra vez tenía una amante y como siempre: lo volví a aceptar, al fin y al cabo sus amantes no duran más de unos días pero no, esta vez fue diferente y empecé a preocuparme, al principio fue cuidadoso y llegaba sin marcas ni olores pero después regresaba todo arañado y mordido con la piel roja y ese maldito olor a perfume meloso, los celos me invadieron pero aún así seguí con él tratando de reconquistarlo pero nada funcionó ¡incluso se olvidó de nuestro aniversario número tres!
 
—Mi abogado te hará llegar de nuevo las estipulaciones y…
 
—Tengamos un hijo, juro que olvidaré todo esto. Todos dicen que un hijo une a un matrimonio ¡tengamos uno! —tomo sus manos. No me quiero divorciar de él.
 
—¡¿Qué?! —se queda estupefacto con la idea— estas loca si crees que haré tal cosa.
 
—¿Por qué no quieres tener hijos conmigo? ¡¿acaso los quieres tener con esa zorra?!
 
—Maron, tranquilízate —me toma de los hombros.
 
Me agarro del cabello sin creer lo que pasa y que por más que quiera la situación se me esta yendo de las manos. Lo he pensado una y otra vez pero ese día en la fiesta de la oficina… ese jodido día descubrí a su amante, primero pensé que era Precious, era evidente que esta colada por Vegeta, mis celos también me hicieron pensar mal de su secretaria Cloe pero nada era certero, no aún sino hasta que la vi… a la hija de Jiren, me sorprendió mucho y me dio gusto verla pero cuando la salude… olí ese maldito aroma de cerezas dulces que Vegeta traía impregnado en todas las camisas y en su piel, eso me rompió el corazón porque es hija de Jiren pero ahora eso ya no importa de nada ya que gracias a ella Vegeta se quiere separar de mi. No lo permitiré.
 
 —¡No me pidas que me tranquilice cuando te estás cogiendo a la hija de tu mejor amigo! —estallo y las lagrimas salen en abundancia, observo como endurece la quijada.
 
—Esas son acusaciones muy serias, Maron —gruñe reforzando su agarre— espero que firmes los documentos una vez que mi abogado te los haya dado.
 
—¡No te daré el jodido divorcio! —trato de alejarme pero me carga y comienzo a patalear.
 
—¡Tranquilízate, con un carajo! —me deja contra el sofá inmovilizándome.
 
—¡Le diré todo a Jiren y a Goku! —sus ojos se oscurecen y me lanza una mirada asesina.
 
—Tú no dirás nada a nadie porque lo que dices es totalmente falso y si me entero que abriste la boca ya verás como te va —se aleja acomodándose la ropa visiblemente arrugada.
 
Un miedo atroz me entra con sus palabras, jamás lo había visto así. Sabia que Vegeta era una mala persona, todos en Rusia me lo decía pero yo estaba terriblemente enamorada de él como para ver sus demonios y ahora que demuestra quien es realmente me aterra.
 
—¡Eres un maldito! —se aleja de mi para después salir del departamento.
 
Mis ojos están enrojecidos y mis labios no dejan de temblar, pero la culpa de todo esto es de esa maldita adolescente, me las va a pagar y juro por mi madre que Vegeta no se ira de mi lado.
 

 
***
 
 

No puedo dejar de llorar desde que se fue.
 
“Quiero el divorcio”
 
Le he dado mil y un vueltas al asunto y esta es la mejor solución, ambos volveremos a estar juntos después de esto, tendremos un lindo hijo, nos iremos de nuevo a Rusia y seremos felices, juntos.
 
Reparo una vez más la bañera llena de agua, me siento en la orilla con la cara empapada por las lágrimas, tomo el pedazo del vidrio que rompí, lo agarro con dureza antes de enterrarlo con fuerza en mi muñeca izquierda que no deja de temblar trazando una línea horizontal que duele como los mis demonios.
 
—Argh —la sangre caliente comienza a salir con abundancia pero no me detengo y hago lo mismo con la otra mano.
 
Mi cuerpo comienza a sentirse débil causando que me caiga hacia atrás manchando el agua cristalina ahora cubierta por color carmín.
 
Esto lo hago por nosotros
 
—¡Señora Maron! —gritan desgarradoramente pero ahora todo es lejano para mí…
 
 

Bulma.
 
Leo los mensajes antiguos de Caulifla donde nos contábamos absolutamente todo, la melancolía me invade, es un sentimiento extraño donde lo único que hay es dolor y sufrimiento.
 
—¿Todo bien? —Vegeta me da una copa de vino la cual tomo limpiándome las lágrimas— ¿Sigues llorando por lo de tu amiga?
 
—Hujum, he estado muy sentimental estos últimos días y me siento terriblemente sola —confieso dejando que me abrace— no sé que pasa con mi vida y el no tener a Caulifla conmigo me pone mal —una nueva lágrima resbala de mis ojos pero él rápido la limpia.
 
—Preciosa, piensa que tal vez… —su teléfono nos interrumpe, una llamada le llega y él atiende de inmediato— ¿qué pasa?... ajá… ¿Qué hizo que? —se altera dejando la copa de lado— ¿en qué hospital está?... encárgate de los reporteros, voy para allá —cuelga levantándose.
 
—¿Todo bien? —indago al verlo tan apurado.
 
—Maron, tuvo un accidente o al menos eso es lo que dicen —su simple mención me pone de mal humor con un amargo sabor en la boca—. Tengo que irme.
 
—No me dejes sola —imploro— odio el sentimiento de la soledad.
 
Es lo único que hay en mi vida últimamente
 
—De verdad no puedo —sale del departamento pero como la loca y desquiciada que soy lo sigo hasta llegar a la calle.
 
—¡Vegeta! —grito llamando su atención— Por favor quédate, ustedes se divorciaran pronto ¿Por qué tienes que ir tú? Apuesto que no tiene nada grave —odio tener que sonar como una maldita egoísta de mierda pero él me provoca hacer cosas que no son correctas.
 
La lluvia nos empapa, me abrazo a mi misma con la ropa empapada, su cara no dice nada, solo está ahí: viéndome sin decir una puta palabra.
 
—Tengo que irme —repite.
 
—¡Me destroza saber que soy tu segunda opción siempre!
 
Me prometió que siempre estaría para mí y ahora simplemente me deja.
 
—Entiende que me necesita —me toma de los hombros.
 
Creí que mi corazón no podía volver a romperse, pero heme aquí, rogándole al esposo de otra que se quede conmigo solo unos minutos más, me veo como la vieja yo, la de hace tres años, la niña que estaba enamorada del mejor amigo de su padre ¿él que ha hecho por mi? Nunca lo he visto derramar una sola lágrima, la única que sufre soy yo ¡que idiota soy!
 
—Prometo que regresaré —asegura.
 
—Solo vete —la voz se me quiebra. Mis lágrimas se pierden junto con las gotas de la lluvia.
 
—Bulma, yo te quiero a ti.
 
—Ya lo había escuchado —le recuerdo— me lo dijiste semanas antes de tu boda y aún así te casaste con ella —me derrumbo— ¡solo lárgate!
 
—¡Suéltala! —llega Caulifla sorprendiéndome y lo empuja para después abrazarme— ¿qué rayos haces aquí? ¡Maron acaba de tener un puto accidente! —le recrimina— ¡lárgate con ella y no vuelvas nunca más por acá! ¡ya mucho daño has hecho!
 
No volteo a verlo aunque sé que su mirada está fija en mi, abrazo a mi amiga soltando todo. Ella siempre ha estado para mí y agradezco que una vez más esté conmigo. Entramos a mi departamento, me da unas toallas y me envuelvo en ellas.
 
—¿Qué hacía aquí? —me pregunta después de darme chocolate caliente— Bulma —suspira y toma mis manos— tal vez aún lo amas pero los dos se están haciendo daño.
 
—No sé que hacer —acepto.
 
Uno no sabe que tan enamorado está hasta que quiere irse y no puede hacerlo.
 

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¿Qué tal la nueva portada? Me gustó pero no tanto, supongo que solo la dejaré por un tiempo ❤

𝔼𝕝 𝕄𝕖𝕛𝕠𝕣 𝔸𝕞𝕚𝕘𝕠 𝔻𝕖 𝕄𝕚 ℙ𝕒𝕕𝕣𝕖 []+𝟙𝟠[] (𝕍.𝔹)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora