Capítulo 2

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'Es aburrido...'

Si tienes grandes expectativas, te decepcionarás. Judith se aburre poco a poco con el banquete. Cada vez que no quería responder a una invitación, bebía alcohol, por lo que se sentía mareada.

'Me voy a casa a calmar a mis hermanos enfurruñados'.

De vuelta al carruaje, alguien entró en la visión de Judith. Tan alto como sus hermanos y de hombros anchos. Cerca de ella había un hombre rubio con una cintura moderadamente delgada fuera del alcance de la multitud.

En cuanto se encontró con los profundos ojos azules que le miraban por encima de la máscara, Judith lo sintió.

Es él.

A excepción del hombre y de ella misma, el tiempo pareció detenerse. Judith miró a los ojos del hombre como si estuviera poseída. El hombre que miraba a Judith inclinó ligeramente la cabeza. Como lo que hace un animal cuando mira algo con atención.

La acción me dejó sin aliento por un momento y volví a respirar. Mi corazón latía con fuerza, incapaz de calmarse. Por alguna razón, el abdomen me hacía cosquillas.

El hombre que había estado mirando a Judith durante mucho tiempo no tardó en darse la vuelta y salir del vestíbulo. Tenía prisa.

Tenemos que atraparlo.

Judith engulló el vino que tenía en la mano. Y persiguió al hombre hasta el pasillo. No había nadie en el pasillo. El hombre ya estaba lejos debido a sus grandes pasos.

−¡Disculpe!

Judith llamó al hombre, pero éste no miró hacia atrás. Parecía que la distancia era demasiado grande como para escuchar. Me quedé sin aliento y perseguí al hombre. El hombre entró en una habitación en una zona alejada. Judith abrió la puerta sin dudarlo.

El hombre se quedó de espaldas a Judith. Como si supiera que la seguía, no había ninguna señal de sorpresa. Judith sólo se dio cuenta entonces. Había caído en la trampa que él había construido.

−¿Debo decir intrépida o ingenua...? ¿No aprendiste de pequeña que no debes seguir a extraños?

Preguntó el hombre que se dio la vuelta, girando ligeramente la cabeza hacia atrás. Su voz era baja pero suave. Mi corazón palpitó con fuerza, quizá por la luz de la luna de hace un rato o por el hombre que tenía delante.

−...Si lo aprendí.

−Entonces, ¿aprendiste lo que hacen un hombre y una mujer en una habitación remota en un banquete como este?

−Yo también soy un adulto.

¿Quién crees que soy?

De alguna manera, Judith, que estaba enfadada por su voz burlona, le contestó. Su boca invisible parecía sonreír de alguna manera.

En ese momento, el hombre se dio la vuelta y se acercó. En un abrir y cerrar de ojos se colocó frente a la nariz de Judith. Con la cara aún cubierta por una máscara.

−No debería haber seguido a un extraño a una habitación, señorita.

−Usted me sedujo primero.

Quizá porque estaba borracha, salió algo que no podía decir normalmente. El hombre sonrió como si se estuviera divirtiendo. Y Judith le quitó la máscara.

Su rostro era claramente visible incluso a la tenue luz de dos velas. Era muy guapo.

−¿Puedo interpretar esto como una palabra de que ha caído en mi tentación?

ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora