ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 26

−¿Mientes porque no lo recuerdo?

−Yo no miento.

Los ojos de Theo respondiendo así eran demasiado verdaderos para ser falsos.

'¿Así que le pedí a Theo que se casara conmigo? Eso no tiene sentido'.

Por mucho que lo pensara, no tenía sentido que se lo hubiera propuesto en su momento. Es cierto que le conoció y le dio el anillo, pero el resto es probablemente una mentira inventada por él que quiere casarse a toda prisa. Eso pensaba Judith.

Theo, al notar la mirada desconfiada de Judith, murmuró con voz muy triste

−Creí una sola palabra y esperé 14 años guardando mi castidad, pero ahora no lo sé.

Judith se quedó con la mirada perdida en el pequeño anillo que tenía en la palma de la mano.

'Entonces Theo todavía tiene este...'

Eso significa que este anillo es precioso para él. Un anillo pequeño que no se puede llevar en el dedo puede convertirse en un colgante y llevarse a todas partes. Y puede que incluso el dueño del anillo lo porte.

Sólo entonces Judith se dio cuenta de que la noche que había pasado con él no era un accidente. La razón por la que él, el Emperador, se quedó en la mascarada, la razón por la que la sedujo de entre tanta gente, y la razón por la que pasó la noche con él, que no había tenido interés en las mujeres en toda su vida...

'Este hombre me estaba esperando'.

Desde hace 14 años.

En el momento en que se dio cuenta de ese hecho, las emociones que había mostrado hasta ahora se hicieron pesadas. Tan feliz, tan triste.

'¿Un hombre que me ama tanto está destinado a amar a Selene?'

En la novela original, el primer amor de Theo era Selene. Conocía a Judith desde la infancia, pero no le gustaba. No recibió un anillo de Judith, ni esperó 14 años.

Pero hace 14 años, el día que perdí la memoria. La obra original ha cambiado. Por culpa de la propia Judith, no de nadie más. Había poca esperanza para el hecho.

'¿Tal vez, incluso si aparece Selene, podría gustarle...?'

Si es el corazón que ha esperado 14 años.

−Ni se te ocurra romper la propuesta porque no te acuerdas.

−.......

−No pienso decir que no.

Dijo Theo besando el dorso de la mano de Judith. La mirada de sus ojos era decidida. Como si nunca fuera a soltar esta mano pasara lo que pasara.

Entonces, una leve sonrisa apareció en el rostro de Judith que lo miraba sin comprender. Judith le tendió el anillo que tenía a Theo.

−Entonces guarda esto contigo hasta que vuelva mi memoria. Como muestra de que te he propuesto matrimonio.

Theo le tendió el colgante a Judith e inclinó el torso. Significaba andar sin rodeos.

Judith le colgó con cuidado el colgante al cuello. La pequeña Judith casi se abrazó a su cuello, sintiendo su aliento y su temperatura corporal. Cada vez que tocaba la punta de sus dedos, su corazón le hacía cosquillas.

−Ya está hecho.

Judith colgó el colgante y se separó de él.

−Gracias.

Le miraba con ojos amables, como siempre. Judith decidió poner su corazón en esos ojos. No se apartará de sus sentimientos de atracción por el futuro que está por llegar. Sea cual sea el resultado, será fiel a sus sentimientos durante el tiempo que dure.