ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 14

Luhin mostró el siguiente cuadro con una mirada orgullosa. Esta vez se trataba de una carta manuscrita escrita por Judith en el cumpleaños de Luhin, cuando tenía cinco años. Junto a ella había un cuadro que apenas había tomado la forma de un ser humano, que se había desarrollado más que antes.

Esta vez también, Luhin lo presentó.

"Esta es una carta que Judith me escribió en mi cumpleaños cuando tenía cinco años. ¿No es ya suave su letra?".

"La historia es conmovedora".

Y Cayenne añadió.

'¿Qué es tan conmovedor?...'

Todo el contenido era "Luhin, te quiero". Además, se escribió a regañadientes un mes antes del cumpleaños de Luhin porque le daba pereza quejarse de que quería recibir una carta y decir que le quería. Ahora, parecía fabricar sus memorias.

"Yo también la quiero".

Dijo con envidia Theo, que llevaba un buen rato mirando el marco con mirada seria. Luego murmuró a punto de ser escuchado.

"Sólo tengo una..."

¿Uno? Judith ladeó la cabeza. No le he dado nada. Pero, ¿cómo que uno?

Luhin sacó el siguiente objeto como si no hubiese oído el murmullo de Theo. Lo que sacaba esta vez era una bolsa de papel vacía.

"Este es el sobre en el que Judith dio sus galletas caseras. Como mi hermano lo estaba pasando mal, horneó galletas y vino a la torre".

"Es como lo que viste antes en mi habitación. Me comí las galletas, pero dejé el sobre como recuerdo".

Dijeron Luhin y Cayenne. "Nunca has recibido algo así, ¿verdad?", dijo. Theo asintió con una mirada envidiosa. Mientras lo observaba, Judith suspiró y enterró su cara roja entre las manos.

'¿Qué debo hacer con esos tontos...'

Fue una suerte que los tres no se pelearan en un mismo espacio, pero de alguna manera entró una vergüenza insoportable.

* * *

Alrededor del almuerzo, Theo regresó al palacio con Judith a cuestas y se mostró infeliz. El Duque de Ferragreen todavía tiene el tiempo de Judith, pero él no tenía nada.

"Llama al pintor de la corte".

En cuanto almorzó, Theo llamó a un pintor de la corte para que hiciera un retrato de Judith.

'Me siento como si estuviera haciendo fotos durante mucho tiempo'.

A Judith le costó quedarse quieta durante mucho tiempo con la misma postura y la misma expresión, pero se aguantó porque temía que Theo apurara al inocente artista.

Tras un tiempo de paciencia, el cuadro quedó finalmente terminado. Judith, que confirmó el cuadro en el que se dividía el alma del artista, admiró repetidamente. No creo que sea un embellecimiento, pero no sé qué magia era, pero la Judith del cuadro se sentía más bella.

"Bueno, la reputación de Valdemar como el mejor pintor ha sido alabada".

"Me siento halagado, mi Lady".

Pero a Theo no parecían gustarle los cuadros.

"No captaste ni la mitad de lo real".

"¿Sí?"

"¿Qué clase de pintor de la corte es este?..., qué desperdicio de su salario. Alphen, échalo ya".

El rostro del pintor palideció ante él. El artista apretó la cabeza contra el suelo y suplicó.