ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 56

Mataré todos los malos sueños.

Los labios de Theo murmuraron de esa manera, y sus ojos se apagaron con frialdad.

* * *

Theo regresó al palacio imperial al anochecer, cuando vio a Judith despierta.

Theo, que acababa de bajar del carruaje, se topó con Eljet, que se acercaba al Palacio Imperial. Los dos se dirigieron a la oficina. Al llegar al despacho, Eljet sacó una conclusión a primera vista.

−Es obra del marqués Esdan.

Los ojos de Theo se entrecerraron ante el nombre que salió de la boca de Eljet.

El marqués de Esdan era una persona que montaba una cuerda, desplazándose de un lugar a otro desde la época del emperador Seon. Hace cinco años, tuvo la suerte de sobrevivir a la erradicación de las fuerzas relacionadas con Ikart. Supuse que un día causaría problemas. No esperaba que esto ocurriera, pero no fue muy sorprendente.

−Resulta que el duque golpeó al hijo del marqués en la recepción de compromiso.

El Genovis que Theo conoce no es una persona que pierde su dignidad por sentimientos personales. El hecho de que utilizara la violencia en la ceremonia de compromiso de su hija significaba que la otra parte había dado una razón para hacerlo.

'Debe tener algo que ver con Judith.'

Theo adivinó la razón sin dificultad. Al mismo tiempo, su ceño se frunció aún más.

−Cuando se extendió el rumor en el mundo social de que el hijo del marqués odiaba al duque por eso, el conde Iswood, que había tenido lazos con el marqués, detuvo el matrimonio.

−Sin embargo, no puedes atreverte a matar al duque de un país por simple venganza.

−Como resultado de la investigación, se descubrió que el día en que el duque fue atacado, hubo una persona que visitó al marqués de Esdan. Los trabajadores sólo sabían que era un invitado importante.

Un invitado importante de identidad desconocida. Los ojos de Theo, al pensar en la única persona que correspondían esos detalles, se oscurecieron fríamente.

Se levantó y ordenó.

−Tráelo.

* * *

Poco después del regreso de Ikart, el marqués Esdan sintió una premonición ominosa.

Pensaba que no había forma de decir la verdad porque tenía como rehenes a las familias de los asesinos, pero ver la fría reacción de Ikart le dio un mal presentimiento. Sentía que se había vuelto un perdedor.

El marqués Esdan envió asesinos para que se encargaran de los asesinos capturados. Sin embargo, con el paso del tiempo, los asesinos no volvieron.

'¡Maldita sea!'

Convencido de que el número era erróneo, el marqués Esdan se preparó a toda prisa para salir corriendo de Isren. Pero ese plan no funcionó. De repente, un grupo de personas atacaron al marqués. Eran los hombres de Ikart.

Cuando pensaba que iba a morir así, llegó otro grupo y les bloqueó el paso.

−Enviaré al marqués Esdan y a su familia al Palacio Imperial bajo el nombre del emperador. Si hay alguien insatisfecho... ... .

Eljet desenfundó su espada con expresión relajada, se acercó a ellos y declaró.

−Se considera traición y se erradica inmediatamente.