ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 10

"¿Está loco?"

La misma respuesta salió de las bocas de Genovis, Cayena y Luhin sin ningún problema. Judith agarró el brazo de Genovis, pero ya se le derramó el agua y la escupió. A este paso, no tenía nada que decir aunque me acusaran de ser una auténtica traidora.

'¡Tu oponente es un tirano!'

Gritó Judith, que miraba nerviosa entre ambos, estaba peor.

"¡Todos, parad!"

Los cuatro miraron sorprendidos a Judith. Judith gritó, apretando su pequeño puño.

Judith pensó que todos estaban sorprendidos por su repentina acción, pero en realidad los cuatro pensaban de manera completamente diferente.

'Tierna...'

Genovis, Cayenne y Luhin cerraron la boca al ver a Judith gritar por primera vez.

'Ahora le gritas a tu padre y a tus hermanos, eres toda una adulta. Ya es toda una adulta'.

No hubo ocasión que Judith gritara en casa. Los tres siguieron sin dar un murmullo, aunque Judith susurró.

Theo, mirando a Judith, tuvo una idea similar. Tiene que apretar los puños y usar su fuerza para hacer sólo ese ruido.

'Es tan tierna'.

Pero la expresión de Judith era seria. Judith contuvo la respiración y habló con voz decidida.

"Entonces hagamos esto. Primero, regresaré a casa y vendré a verle. Si Su Majestad no cambia de opinión después de eso, hablaremos de nuevo sobre el matrimonio".

"No, Judith. No salgas con un mal tipo".

Genovis se opuso con vehemencia a la decisión de Judith, pero ésta se mantuvo firme.

"No voy a aceptar un contraargumento. Yo lo hice, y decidí asumir la responsabilidad por ello, así que yo decidiré".

Judith lo dijo y miró a los cuatro hombres. Los cuatro hombres parecían muy descontentos con la decisión de Judith, pero cuando establecieron contacto visual con ella, no pudieron decir nada, parecian un idiota comido por la miel.

Judith se tomó entonces un respiro. Y todavía, con una mirada reticente, agarró la mano de Genovis, que alternaba con Theo.

"Vamos a casa ya, papá. Y hermanos".

Genovis siguió a Judith a regañadientes. Judith fue la primera en llevar a Genovis a la puerta del comedor, y regresó para llevar a Cayenne y a Luhin. Los tres hombres fueron sacados del comedor por Judith, que era mucho más pequeña y débil que ellos.

"Judith."

Antes de darse cuenta, Theo la llamó mientras se acercaba por detrás de Judith. Judith le devolvió la mirada.

Theo no lo dijo directamente, pero sus ojos afligidos parecían decirme que no fuera. Su expresión al mirarse de alguna manera se sentía incómoda como un cachorro que mira a su dueño salir.

'No dejes que esa cara te debilite'.

Judith sostuvo su corazón roto y abrió la boca.

"Hasta mañana, Su Majestad".

Entonces el comedor se cerró fríamente. Los tres hombres que observaban la escena parecían satisfechos.

Judith salió del palacio con los tres hombres y subió a un carruaje. El carruaje se alejó con seguridad del Palacio.

'Bueno, más o menos me lo imaginé...'

Judith se acercó sigilosamente a su padre y a sus hermanos. Desde que salieron del comedor, tenían una mirada feroz sin decir nada. En el comedor, pensé que algo iba a pasar de verdad, así que intervine con orgullo, pero me dio vergüenza y pena ver las caras de los tres.

'No me extraña que estén enfadados. Yo también estaría enfadada'.

Sabía que tres personas estarían preocupadas, pero no me fui de casa sin decir una palabra, y pasé la noche con un desconocido. No tenía nada que decir.

Judith, que había estado mirando a los tres hombres de expresión fría todo el tiempo, miró por la ventana con el corazón sombrío.

"Yo..."

Genovis, que consiguió calmar su enfado con Theo, se disponía a hablar con Judith, y vio el lado de la deprimida Judith.

Genovis miró a Cayenne y a Luhin que estaban sentados enfrente. Como era de esperar, ninguno de sus hijos pareció darse cuenta de los sentimientos de tristeza de Judith. Genovis dio una patada a Cayenne y Luhin en las rodillas. Y en lugar de responder al gesto, que me miraban con ojos desconcertados, asentí a Judith. Sólo entonces los dos, que se dieron cuenta del estado de ánimo de Judith, se apresuraron a aflojar sus rostros.

Cayenne, que dudó un momento mientras miraba a Judith, habló primero.

"Judith".

Judith, que miraba por la ventana, se volvió hacia Cayenne. Cayenne se enfrentó a Judith con su expresión habitual.

"¿Hay algún dolor o molestia?".

Judith, que parpadeó asombrada por la repentina pregunta, comprendió las implicaciones de su pregunta un instante después. Judith se apartó de la mirada de Cayenne y gesticuló.

"Oh... bueno, no pasa nada".

"Si tienes algún dolor o molestia, habla con Marie".

Era la petición habitual de Cayenne. A Judith le daba un poco de vergüenza hablar así con su hermano, pero se sintió un poco más aliviada porque parecía haber vuelto a su actitud habitual.

A continuación fue el turno de Luhin. Genovis lo observaba con aire de no dejar pasar una palabra.

"¿Judith?"

Luhin mostró una sonrisa exagerada, consciente de los ojos de su padre. Judith esperaba sus palabras. Luhin, que llevaba un rato conteniendo la respiración, tosió un par de veces y preguntó.

"Eh, eso... ¿Tenías un buen anticonceptivo?".

Se hizo el silencio en el vagón. La vergüenza llegó un poco tarde. La cara de Judith se puso roja. Papá, nunca pensé que hablaría así con mis hermanos.

Respondió Judith, con la cara roja enterrada entre las manos.

"No tienes que preocuparte por eso...."

Al final de las palabras de Judith, los pies de Genovis y Cayenne volaron hacia Luhin. Luhin, que se vio obligado a pisar con los dos pies en un vagón estrecho, protestó gritando.

"¡Oh, vamos! Esto es lo más importante!"

Corrección: HeatherPS

Traductor: Silftwl