ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 24

−Primero, necesito acercarme a esa mujer y comenzar a recolectar maná.

−Es una sabia decisión.

Ikart pasó a su lado y dijo suavemente.

−Asegúrate de que no te pisen la cola.

Louis asintió y respondió.

−Con respeto.

* * *

Empezaba a oírse el rechinar de la grava sobre las ruedas de la carreta.

Judith miró la vista por la ventana. No muy lejos, podía ver un denso bosque. Hoy era el día de la caza dijo Theo.

'¿Cómo puedo sentirme ya cansada?'

Judith bostezo e imaginó qué hacer hoy. Todas las señoras y los niños pequeños que asistían a la competición de caza estaban sentados bajo la sombra de un árbol hablando y animando a sus maridos o compañeros.

Otra razón por la que Judith era reacia a asistir a un concurso de caza era que era muy aburrido. Y al mismo tiempo, estaba cansada. Aunque nunca había asistido a un concurso de caza organizado por el Emperador, había acompañado a Genovis a un concurso de caza celebrado en privado por otros nobles. En cada ocasión, Judith tuvo que sufrir no sólo a las muchachas nobles aún solteras, sino también a las esposas nobles que tenían hijas solteras.

〈¿Qué tipo de mujer le gusta a Lord Cayenne?〉

〈¿Qué tipo de persona quiere acoger en su familia?〉

Las conversaciones sólo para quedar bien con él eran aburridas para Judith. Además, había otra razón por la que Judith no asistió al concurso de caza. Era por culpa de Genovis.

Los aristócratas masculinos que participaban en el concurso de caza podían expresar sus sentimientos paseando por el bosque y regalando bonitas flores a la mujer que les gustaba. En particular, las flores que regalaba el ganador del concurso de caza eran más significativas.

El día que Judith, aburrida de quedarse en casa, asistió a un concurso de caza con Genovis, el noble ganador Yeong-yun se sonrojó tímidamente y le entregó flores. Judith no estaba muy contenta con Yeong-yun, un noble al que había visto por primera vez, pero al ver que se sonrojaba tímidamente, pensó que no debía ignorar su sinceridad, así que aceptó las flores.

Y entonces estalló el incidente.

〈¿Acaso un tipo diez años mayor que Judith no conoce a nuestra protagonista y le lanza un flechazo?〉

Genovis, que estaba allí, vio la escena y se puso como loco. Finalmente, las cosas se calmaron sólo después de que Judith diera un paso al frente y lo detuviera. Desde ese día, Judith no ha vuelto a asistir a una competición de caza.

'Eso no va a pasar hoy, ¿verdad?'

No habrá nadie tan loco como para regalar flores a la amante del Emperador, así que Genovis no se desbocará.

−Estamos aquí, señorita.

Antes de darme cuenta, el carruaje se detuvo y la puerta se abrió. El que abrió la puerta fue Theo, no Genovis ni Cayenne.

−Judith.

Judith se sorprendió al verlo. En general, el Emperador, el protagonista de una competición de caza, llegaba el último después de que lo hicieran todos. Pero no esperaba que viniera a esperar.

Theo tendió la mano a Judith. A sus espaldas, Genovis y Cayenne se veían observando con caras de desaprobación.

'Debes tenerla delante de los demás'.