ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ

Capítulo 59

−Vaya, cuando practicamos por primera vez, todos nos lesionamos. Yo vi que mis hermanos mayores se lastimaban mucho cuando eran jóvenes.

Avergonzada, Judith intentó tapar el moretón con la manga. Pero Theo no soltó la manga enrollada. Preocupada por la posibilidad de que le dijeran que no practicara en el futuro, Judith se esforzó por poner excusas.

−No es que me duela mucho.

Incluso con las palabras de Judith, Theo no podía apartar los ojos del moretón. Acariciando con cuidado el punzante hematoma, abrió la boca en voz bastante baja.

−Cada vez que te haces daño, recuerdas aquel día de hace 14 años.

−¿Hace 14 años?

−El momento en que usaste magia para protegerme.

Al ver que Theo torcía la frente como si le doliera, comprendió por qué estaba enfadado con ella en el concurso de caza. La razón por la que corría hacia mí como si algo grave hubiera sucedido cada vez que era golpeado por el ataque de Lloyd.

−... ... me arrepiento de ese día para el resto de mi vida.

−... ... .

−Si hubiera sido fuerte en ese momento, no habría tenido que separarme de ti. No habría habido nada que no pudieras recordar de mí.

No se acuerda de ese día, pero las emociones que debe haber sentido por sus ojos tranquilos y sus suaves caricias en las manos se transmiten. Así que lo sentía, por lo que estaba más segura de sus intenciones.

Decidida, Judith agarró la mano de Theo, que jugueteaba con la suya.

−Lo siento. Pero quiero seguir practicando.

−... ... .

−El sentimiento que sintió Su Majestad, también lo sentí cuando mi padre fue herido esta vez.

La impotencia. La culpa. Y el miedo a perder a un ser querido.

−No quiero volver a sentirme así. Y... ... .

−... ... .

−Si ocurre lo mismo de hace 14 años, no quiero que Su Majestad sienta lo mismo.

−... ... .

−Siendo fuerte, estaré a su lado sin necesidad de separarnos. Entonces, el entrenamiento... ... .

En ese momento, la mano de Theo agarró suavemente la barbilla de Judith. Sus labios se acercaron y cubrieron los de Judith. Los labios que se habían sostenido por un momento se separaron rápidamente. Theo susurró mientras abrazaba la cintura de Judith que lo miraba mientras contenía la respiración.

−No tienes que ser fuerte para mí.

−... ... .

−Ahora voy a protegerte.

Cuando Theo terminó de hablar, volvió a posar sus labios sobre los de Judith al mismo tiempo.

Judith miró los ojos cerrados de Theo y se agarró al pecho de éste. Los ojos parpadeantes no tardaron en cerrarse. El sonido de la respiración se congestionó en la habitación llena del sonido de la lluvia.

Theo se acercó a la cama con Judith. Luego, con delicadeza, tumbó a Judith en la cama. Del sofá a la cama, los labios que no caían por un momento se despegaron al fin.

*Suspiro... ... .*

Theo miró a Judith tumbada debajo de él.

Los ojos nebulosos que me miraban, los labios diminutos que brillaban con mi saliva, la respiración sofocante que se filtraba por esos labios y los pechos voluminosos que subían y bajaban a través del fino pijama con cada respiración eran simplemente hermosos.