La quimera, que había recorrido una corta distancia, corrió hacia Judith. En ese momento, se oyó un ruido de herraduras cerca, y alguien abrazó a Judith y gritó.
−¡Rachion!
La espada, que escuchó la voz de su maestro, creó una enorme ola y tomó forma. Una enorme y afilada espada brillaba con un aura dorada.
Judith miró fijamente a la figura. Los familiares ojos azules profundos susurraron, mirándola ansiosamente.
−Cierra los ojos, Judith.
Era una voz dulce que llevaba tanto tiempo esperando. Judith cerró los ojos con fuerza como dijo Theo.
Theo blandió su espada contra las quimeras que se acercaban, abrazando a Judith como si le protegiera con su brazo izquierdo. Las quimeras pronto se convirtieron en cadáveres y cayeron. Theo se puso de pie, bloqueando su vista con su cuerpo para que Judith no pudiera ver los cadáveres. Su mirada recorrió rápidamente el cuerpo de Judith.
Sin embargo, tras confirmar que Judith estaba ilesa, los ojos de Theo se volvieron fríos.
−Siempre pones a los demás en primer lugar, antes que a ti misma.
−.......
−Cada vez que haces eso, cuanto...
Theo, que estaba empujando a Judith, encontró la mano temblorosa de ésta y dejó de hablar. Luego suspiró y se rozó la frente. En sus ojos se mezclaban emociones complejas como la ansiedad, la culpa y el arrepentimiento, evitando su mirada.
Judith se dirigió a Theo, que estaba perdido.
−Siento haberte preocupado...
Mirando fijamente a Judith, Theo tiró de la mano de ésta y la estrechó entre sus brazos. Su toque en la cabeza y en la espalda pareció confirmar que Judith estaba a salvo.
−Su Majestad, ¿está usted bien?
Podía oír las voces de los caballeros que le perseguían desde atrás. Judith luchó por zafarse de los brazos de Theo, pero éste le abrazó y no le dejó marchar.
−Aunque no te guste hoy, así será.
Su tono era firme, pero de alguna manera sonaba como una súplica. Judith se quedó quieta en sus brazos para tranquilizarlo, que parecía más asustado que ella.
Theo dio órdenes a los caballeros mientras sostenía a Judith.
−Averigua cómo llegaron las Quimeras.
−Sí, Su Majestad.
Los caballeros que confirmaron la seguridad del Emperador se dispersaron rápidamente para cumplir sus órdenes.
Theo regresó al coto de caza con Judith. Los nobles que escucharon la noticia se fueron reuniendo uno a uno. Entre ellos estaban Genovis y Cayenne.
−¡Judith!
Al ver que Genovis y Cayenne se acercaban, Theo soltó a Judith de sus brazos.
−Déjame ver. ¿Estás herida?
−Estoy bien, papá.
Genovis miró el estado de Judith y apenas suspiró. A espaldas de Genovis estaba la figura de Cayenne. La mirada de Cayenne, que se había apaciguado hasta hacía un momento, se derritió como la nieve en cuanto llegó a Judith.
−Judith, ¿estás bien?
Cayenne, que acudió enseguida, miró a Judith con ojos preocupados. Judith asintió con la cabeza, arrepentida.

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ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀ
Storie d'amore❥⌇─➭ A tomar en cuenta ﹀﹀ ︵↷ ╭┈ 𑁍˖࣪ ፧ Esta novela no me pertenece, solo la traduzco. 𑁍˖࣪ ፧ Si tienes posibilidades apoya al autor. 𑁍˖࣪ ፧ La sinopsis la podrán encontrar en el primer capítulo y en el link de mi perfil. ─────...