Capítulo 60

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A pesar de que acababa de despertarse, su belleza indemne y su tono bajo sumergido hicieron que Judith olvidara por un momento que todo esto había ocurrido por su culpa.

'Espera, ¿quién es el responsable?'

Judith se incorporó un poco tarde y miró a Theo con los ojos entrecerrados. Había provocado una gran crisis, y sólo su cara de despreocupación era molesta.

−¿Por qué sigues aquí? Prometiste volver antes del amanecer.

−Lo siento, debo haber dormido demasiado.

Al contrario de decir que lo siente, abrazó a Judith con una cara que no parecía arrepentida en absoluto.

−La culpa es mía por haberte dejado entrar a la habitación en primer lugar... ...

Judith suspiró y se tocó la frente. Y le empujó suavemente el pecho.

−Vuelve a tu habitación. Marie volverá pronto.

Cuando abrí la puerta y miré al pasillo, por suerte no había nadie en el pasillo. Judith le dio una palmadita en la espalda a Theo.

−Vamos, vamos.

Theo parecía reacio a ir, pero ante la insistencia de Judith, lo empujó fuera de la habitación.

−Iré a tu habitación para despertarte más tarde. Eso es lo que le dije a Marie. Nos vemos entonces.

Judith, que no tardó en explicar sus planes, trató de cerrar la puerta. Pero Theo volvió a abrir la puerta cerrada.

−Me olvidé de despedirme.

Theo se acercó, tirando de Judith por la cintura y abrazándola. Luego besó la frente de Judith.

mua

Los labios cayeron con un sonido de fricción lindo.

−Buenos días, Judith.

−... ... .

−Hoy estás preciosa.

Tan pronto como terminó de hablar Theo, esta vez besó ligeramente sus labios.

mua

Indefensa por el ataque sorpresa, Judith miró a Theo con una expresión perdida en el rostro. Theo sonrió como si estuviera satisfecho de ver a una Judith así.

Al ver eso, Judith dejó de respirar sin darse cuenta. Sonreía bajo el resplandeciente sol de la mañana, y era tan hermoso que le daba pena decir que era bonito.

−Estaré esperando.

Theo susurró en voz baja y salió de la habitación.

Judith se quedó con la mirada perdida en la puerta entreabierta, acariciándose la frente y los labios donde habían tocado los de él. La zona estaba caliente como si estuviera en llamas.

* * *

−Entonces, por favor, cuide de mi hoy, Sir Lloyd.

Al día siguiente, Judith también acudió al marquesado Spencer para recibir instrucciones.

Hace dos días, Lloyd había visto a Judith regresar a la residencia del duque con Theo con una expresión triste en el rostro y esperaba que Theo ya no asistiera a las clases, pero por desgracia, Theo también estaba hoy con Judith.

−Nos vemos, Su Majestad.

Lloyd se inclinó ante Theo con una expresión nerviosa. Unas palabras increíbles salieron sobre su cabeza inclinada.

ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora