Capítulo 17

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El hombre se inclinó y se alejó.

Ikart, que sólo inclinaba el vaso, sacó los bollos de la bolsa de papel. Los bollos rellenos de chocolate parecían dulces.

Cuando di un mordisco al bollito, el pan blando y el chocolate dulce se extendieron por mi boca. Entonces me acordé de una mujer que me perseguía sin miedo para ganar este bollito.

Los ojos de rubí que miraba sin perder.

El dulce aroma corporal que desprende al acercarse.

Y unos labios pequeños y rojizos que estaban humedecidos en agua.

Ikart murmuró, dejando el bollo en su sitio.

"...No es delicioso".

* * *

Alrededor del almuerzo del día siguiente, Genovis, que había estado nervioso todo el tiempo después de enviar a Judith a Palacio, se tranquilizó a duras penas y se sentó en su despacho. Sin embargo, la mano que estaba firmando el documento se detuvo antes de pasar unas cuantas páginas.

"Judith llega tarde".

Wilson, el mayordomo que le asistía, respondió entonces con una mirada inesperada.

"Hace una media hora que salió de la casa. Ya debe haber llegado a Palacio".

"......."

Genovice volvió a prestar atención al papeleo sin decir una palabra. La pluma que sostenía escribía inconscientemente palabrotas. Estaba muy claro a quién iba dirigido el insulto, pero Wilson fingió no verlo, como siempre.

Se preguntó si han pasado unos treinta minutos. Genovis volvió a dejar los documentos con una mirada firme.

"¿Por qué no viene Judith? Debe de haberle pillado. Tendré que ir a buscarla".

Genovis se levantó de un salto e intentó salir del despacho. Wilson amonestó hábilmente a Genovis.

"Señor, ha pasado una hora más o menos. Tal vez haya terminado de comer".

"......."

"Le entristecerá profundamente saber que ha descuidado su trabajo por su culpa".

Wilson, que juzgó que no era suficiente amonestar, provocó a Genovis refiriéndose a su as de la manga "Judith". El efecto del as en la manga dio en el blanco.

Imaginando a Judith decepcionada, Genovis se sentó de mala gana en su silla. Y entonces volvió a mirar los papeles. Esta vez, parecía estar leyendo el contenido.

De nuevo, ha pasado algún tiempo. Genovis revisó rápidamente los documentos y preguntó a Wilson, a diferencia de hace un rato, cuando no estaba leyendo.

"¿Tienes algún documento para enviar al Palacio?"

"Ninguno".

Genovés esperaba la respuesta de Wilson, pero la respuesta de éste fue firme.

Incapaz de encontrar una excusa para ir a Palacio, Genovis se levantó de su asiento y se paseó por el despacho con aspecto nervioso. Entonces, al otro lado de la ventana, sonó la campana de las cuatro. Al mismo tiempo, la expresión de Genovis se iluminó notablemente.

"Es hora de que Judith vuelva pronto".

"La joven sale del Palacio Imperial a las 5, y unos 30 minutos del Palacio Imperial a la casa, así que aún le queda una hora y media antes de llegar a la mansión..."

"Bueno, si la recojo ahora, veré a Judith como muy tarde a las cinco"

Genovis cogió primero el abrigo como si no le importaran las palabras de Wilson. Wilson suspiró al mirar así a Genovis.

ᴛʜᴇᴏ ʜᴀᴢᴍᴇ ᴛᴜʏᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora