Epilogo.
FRED JONES.
Pasé veinte años discutiendo con Lya solo porque ella jamás se asimiló a mí, a su madre o a su hermana. Luego, cuando Kyle nació y noté la conexión que había entre ellos dos, creí que por él ella cambiaria, pero nunca lo hizo.
Siempre estuve buscando la manera de motivarla a dejar de ser lo que era, a convertirla en algo que ella jamás quiso ser.
Y tal vez ese será siempre el peso que deba cargar.
Porque a pesar de tener tres hijos, con ella nunca hice lo que un padre debía hacer. Jamás me preocupé por saber qué era lo que ella sentía, jamás me interesó qué quería hacer, jamás le pregunté sus razones.
Cuando desapareció, ni siquiera me preocupe por alertar a la policía. Ni siquiera quise buscarla porque asumí que estaría en una casa de mala muerte, con mala compañía y drogándose o bebiendo hasta perder la consciencia.
Mi propia hija.
Sangre de mi sangre.
La misma niña que había cargado aquel primero de enero luego de nacer.
La misma que había causado problemas hasta el cansancio, pero que seguía siendo parte de mí.
Y ahora, luego de recibir su mensaje informando el paradero de Kyle —a quien sí me molesté en buscar hasta incluso haber alertado al FBI—, y encontrar la nota que me dejó, logré entender todo lo que jodí.
Con las manos temblorosas y un nudo en la garganta releo la carta de Lya:
"Papá, Fred o como demonios quieras que te diga.
Comprendo que saber de mí no es lo que preferirías hacer, enterarte de mí oscuro pasado y de tantas cosas que he hecho a lo largo de mi vida no será fácil, pero una decepción más de tu hija menos importante no cambiará nada.
Menos justo ahora, que cuando la leas estarás más preocupado por Kyle que por lo que dice en este pedazo de papel.
Sobre eso... cuídalo ¿quieres? Siempre has sido consciente de lo importante que es ese niño para mí, así que, por lo que más quieras (que posiblemente es tu jodido dinero) ayúdalo. Ahora no lo entenderás, pero por mi culpa pasó por tantas cosas que ningún niño debería pasar, incluso ninguna persona, pero que como el mundo está todavía más jodido que yo, ya vio y ya vivió.
En esta carta te revelaré algunas de las cosas que hice y sé que te preguntarás "¿Por qué Lya querría contarme las cosas horribles que de seguro ha hecho?" Bueno, la respuesta es bastante simple: NO ES POR TI.
Fred, es hora de dejar de pensar en tu puto culo y notar que el maldito planeta no gira por y para ti. Si leerás esto no será porque me interesa que TU lo sepas, es porque quiero que alguien tenga la capacidad de explicarle a Kyle todo lo que yo he hecho, todo lo que condujo su vida a terminar en este desastre y el porqué de mi desaparición.
Y sí, pude escribirle la nota a él, pero mejor la lees tú y luego le explicas. Confió en que no será difícil para ti creer lo que leerás.
Bueno, fin de la estúpida introducción, ahora si explicaré muchas cosas y para eso las enumeraré, será más fácil para ti entenderlas.
1. Obviamente recuerdas a Nicholas Martin, el chico al que quise incendiarle la mochila cuando estaba en la escuela. Bien, él estaba en todo esto, buscando venganza de la persona que le desfiguró el rostro de orangután que tenía y, bueno, aunque no me arrepiento de ello sé que ya sabías que mis jugarretas de niña traerían problemas en el futuro.
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Los Cero [Secretos y mentiras #1]©
Mystery / ThrillerCaos. Problemas. Explosiones inexplicables. Robos. Incendios provocados. ¿Todo esto tiene alguna razón? ¿Es lógico que suceda justo en un pueblo repleto de familias prestigiosas y adineradas? ¿Qué es lo que sucede en realidad? Son preguntas que tod...