Capitulo veintinueve.
LUKA.
Habría querido enmarcar la expresión de mi hermano cuando aparecí por la puerta con el enano inconsciente sobre mis brazos y una bala atravesó el hombro del doctor inútil.
Es más, habría pagado mucho dinero por retratar las expresiones de todos en la sala, incluso la de la misma Ammy. Es que, por dios, para resumirles, haber visto al mismísimo fantasma de Hitler habría causado menos asombro en sus rostros.
—¿Me recuerdas? —de no ser porque mi atención estaba en otro lugar posiblemente le habría dado un guantazo a Ammy por preguntar aquella estupidez.
O sea, ¿Qué si él la recordaba? La virgen santísima era consciente de que lo hacía, es más, me atrevo a decir que jamás la olvidó.
Zero Andrews jamás habría podido olvidar nada, absolutamente nada de lo que ocasionó aquella última noche del año. Los últimos segundos del último día de 2015 habían quedado grabados en la cabeza de todos y lo estarían por el resto de nuestras vidas, aunque cada uno lidiaba con eso de manera diferente.
Mi pesadilla ambulante analizó a la chica, quiso percatarse de todas y cada una de las células que componían su cuerpo antes de soltar cualquier palabra, antes de siquiera volver a respirar porque, según él y el mundo entero, era imposible que Ammy Smith fuera quien había tirado del gatillo un maldito minuto antes.
Todos la creían muerta.
Incluso yo lo hacía hasta que hace dos años la encontré en las afueras del pueblo, cuando escapé de la jodida prisión y volví a ver la luz del día, lo primero que encontré fue esa cabellera blanca que resaltaba entre los arbustos.
No me bastó más que acercarme a ella y tomarla por la espalda para saber quién era, aunque esa no había sido mi intención al percatarme de su presencia, solo quería hacer de las mías y divertirme un poco; retomar lo que había dejado cuando me atraparon los uniformados años atrás.
Sus ojos me enfocaron y casi se salieron de sus orbitas cuando me reconoció. Yo, por otro lado, no identifiqué a mi victima hasta que me encontré tendido en el suelo con una de sus botas aplastándome la cara contra la tierra y el viento movió su cabello lo suficiente como para liberar sus hombros y darme vista completa de la cicatriz con forma de estrella que adornaba la piel descubierta.
Esa misma cicatriz que tenía la Ammy que había creído muerta.
La misma cicatriz que se había hecho en un accidente por mi culpa.
La misma cicatriz que solo Zero y yo conocíamos.
¿Qué cómo la conocíamos? Bueno, solo digamos que ella no había estado sola en aquel accidente.
—Ammy...
Pues sí, el imbécil la había reconocido.
Posiblemente me habría cabreado que no lo hubiera hecho, habría sido el colmo. ¡Lo tenía todo para hacerlo! Era lo mínimo.
—Ammy... tu... moriste...—balbuceó de nuevo—, yo... esa noche... no es posible.
Escuché las palabras de Nicholas esperando a que alguien se moviera, es que hasta yo lo habría hecho; le habría arrebatado el arma a la chica y le habría disparado al grandísimo idiota que tenía enfrente, pero no lo hice.
Estaba pasmado viendo como el rostro de Ammy se transformaba en el mismo rostro de la chica indefensa y enamorada de dieciséis años que salía a escondidas de su mansión y se reunía con tres chiflados a hacer explotar autos y destruir restaurantes.
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Los Cero [Secretos y mentiras #1]©
Misterio / SuspensoCaos. Problemas. Explosiones inexplicables. Robos. Incendios provocados. ¿Todo esto tiene alguna razón? ¿Es lógico que suceda justo en un pueblo repleto de familias prestigiosas y adineradas? ¿Qué es lo que sucede en realidad? Son preguntas que tod...