THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]

―Chapter Fifty Two―

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CHAPTER FIFTY // TWO

𝑹𝒖𝒅𝒆 𝑮𝒊𝒓𝒍𝒔

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—¡Cadete Williams!—la mencionada volteo y logro ver al instructor llamándola con una simple seña

Se soltó de la soga interrumpiendo el entrenamiento en el circuito de obstáculos, rodo los ojos y bufo un poco exasperada para luego caminar rápidamente, y bajo la atenta mirada de todos sus compañeros quienes de forma sumamente descarada escaneaban su cuerpo como si fuese un ciervo y ellos unos malditos cazadores, a donde se encontraba su instructor, quien por lo visto la odiaba ya que llevaba días manteniendo una actitud—solo con ella—sumamente tosca, severa e idiota, algo que Lexy solamente podía soportaba porque, lamentablemente, su firma en la boleta de calificaciones al finalizar el curso de verano, era una de las más importantes.

—Señor—sentencio firme colocando sus manos detrás de la espalda y irguiéndose

—Cadete, ¿podría recordarme cuántos días han pasado desde que inicio nuestro programa?—indago con algo de sarcasmo

—Han pasado treinta y cuatro días, señor—contesto algo extrañada por aquella pregunta

—Entonces sabe muy bien que la vestimenta que usted trae puesta...—la vio de arriba abajo—No es la que corresponde, ¿verdad?—afirmo

—¿Puedo preguntar por qué no, señor?—traía un top y una lycra negra—Según el reglamente solo puedo usar tonos opacos en mi ropa de entrenamiento, señor—contesto con respeto

—Es demasiado...—pensó—...inapropiado—señalándolo su busto levemente descubierto

—Es un top—secándose el sudor de la frente usando el dorso de su mano—Estamos como a 39º grados aquí fuera—se quejó viendo hacia el cielo en donde se notaba que el Sol claramente se había tomado su trabajo de brindar calor muy enserio aquel día

—No me interesa, va a tener que usar un suéter o ir al vestuario y cambiarse cadete—cruzándose de brazos

—Sigo sin entender...¿porque es inapropiado?, señor—cuestiono con más severidad

El resto de sus compañeros—quienes cabe aclarar solamente se encontraban llevando un par de pantalones cortos y el torso desnudo—pararon para prestar atención a lo que sucedía entre el instructor y ella.

—Bueno es una...distracción—aseguro

—¿Distracción?—él asintió, observo a su alrededor—¿Para quién?—frunciendo sus hombros

—Para los varones aquí presentes—viendo a los muchachos—Ellos no necesitan ser distraídos mientras tratamos de aprender—sentencio

—Ósea que la habilidad de los varones de controlar sus ojos y ser respetuosos para conmigo, ¿es mi problema?—señalándose a mí misma