THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]

―Chapter Forty One―

━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━

CHAPTER FORTY // ONE

𝑾𝒉𝒂𝒕𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒊𝒕 𝒕𝒂𝒌𝒆𝒔

━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━

Una vez que ellos salieron del lugar, y me encontré totalmente sola, solté todo el aire contenido en mis pulmones y sollocé con completa libertad sintiendo que el dolor de mi pecho se desvanecía con cada bocanada entrecortada de aire que tomaba.

—Demonios—maldije furiosa

Intente abrir con muchísimo cuidado mis ojos, pero me costaba ya que mis parpados pesaban demasiado. Mi cabeza no paraba de girar y me dolía todo el cuerpo, sentía como si mis órganos estuvieran destrozados. La realidad es que aquellas descargas eléctricas hicieron muchísimos más daños de los que creía, me dolía hasta la doble nacionalidad, y no podía siquiera levantar un dedo

Pero debía salir de aquí.

Ellos van a estar buscándome y conociéndolos, como sé que lo hago, estoy totalmente segura de que no se rendirán hasta encontrarme, viva o muerta, aunque personalmente prefiero que sea viva. Así que no puedo seguir defraudándolos, mucho más de lo que ya lo eh hecho, tengo que salir de aquí a como dé lugar.

Yo tampoco voy a rendirme.

Levanté la mirada y observé todo el panorama en busca de algo lo suficientemente afilado con lo que pudiese cortar las sogas que sujetaban mis manos—por suerte mis piernas ya estaban liberadas ya que al estar sujetas solo con cinta adhesiva fue fácil soltarme, solo tironeé hacia afuera ambos pies unas tres veces y la cinta se rompió—rápidamente mi mirada se posó en una columna con bordes filosos a un par de metros de donde me encontraba.

Respiré profundo tomando el valor suficiente y, una vez que estuve lista, aferré mis dedos con la mayor firmeza posible a la pesaba silla de madera en la cual estaba, me puse de pie, levantándola, y comencé a caminar hacia la columna. Con bastante dificultad debido al gran dolor que aun sentía en el cuerpo tras las descargas de esa maldita vara.

Faltaba muy poco para llegar, solo un par de pasos.

Pero de la nada una fuerte punzada atravesó mi pecho seguido por una gran falta de aire, mi corazón empezó a latir demasiado rápido como si quisiera salirse de mi pecho, pero no me iba a rendir, saldría de aquí cueste lo que me cueste, así que solo ignoré el hecho de posiblemente estar muriendo y seguí hasta la columna.

—Maldición—pronuncie adolorida intentando controlar mi respiración

En cuanto me recupere, y sin perder tiempo, volví a ponerme de pie junto con la silla y empecé a moverme de arriba abajo cada vez más rápido para que así el filo del borde lograse cortar la soga de mi mano derecha.