THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]

―Chapter Thirty Nine―

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CHAPTER THIRTY // NINE

𝑩𝒂𝒅 𝑭𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈

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Aquella mañana de miércoles me sentía tan diferente, pero sabía que todo seguía igual. 

Me puse de pie y corrí las cortinas. El cielo seguía azul y el sol tan cálido como siempre. Voltee a ver el reloj; eran las 6:30 am, así que por lo visto mi rutina también seguiría siendo la misma de siempre, pero aun así todo se sentía diferente. Inhalé profundo, cerré los ojos conteniendo la respiración y sintiendo los acelerados latidos de mi corazón. Sabía que esto era un palpito; como un presentimiento de que algo, bueno o malo, ocurriría. Recuerdo que mi abue; madre de mi madre, solía llamarlo "Don de bruja" y decía que muy pocas personas lo poseían, y que debía estar agradecida con dios por darme aquel maravilloso regalo. Aunque bueno...después de decirme aquello la subieron a la ambulancia que la trasladaría al manicomio, pero fue una buena platica mientras duro, unas de esas que nunca se te olvidan, aunque quieras.  

Tomé un baño intentando relajarme y me vestí, un vestido negro corto ceñido al cuerpo, tennis blancos y chaqueta de jean, dejé algo de comida para Malta y Shiva antes de salir e ir a recoger a los Williams para llevarlos a la escuela/kínder. 

Durante todo el día estuve tan pendiente de descifrar porque sentía aquella extraña sensación que ni siquiera le tome importancia al mensaje que todo Cinco-0 me envió de forma simultánea advirtiéndome que la isla estaba bajo el ataque de un dron militar; aunque, a decir verdad, desde que estos chicos están en mi vida; sobre todo Steve y Danny, aquello no me sorprendió en lo más mínimo, es más hasta creo que eso hizo que mi idea sobre que estaba volviéndome loca y que hoy sería solamente un día más en mi vida se reforzara.

A eso de las cuatro treinta, tras dejar a los niños en casa de Rachel, conduje hacia el hospital, al llegar bajé y rápidamente me dirigí a la entrada de urgencias, en donde pude respirar, más aliviada, al ver a todo el equipo caminando hacia la salida teniendo una amena charla sobre, seguramente, otro día agitado en la oficina.

Sonreí aliviada al verlos a salvo y aunque Steve estuviese en una silla de ruedas parecía verse bastante bien, en todos los sentidos de la palabra. 

—Sabes deberías preguntar si el hospital tiene algún tipo de sistema de puntos; puede que te den una tarjeta que diga; "Felicidades psicópata tu quinta extracción de bala es gratis"—afirme viendo a Steve y todos rieron apoyando mi idea

—Creo estar seguro de que no existe tal programa de puntos mencionado—sentencio Max un poco confundido, todos reímos, excepto Lou

—Solo bromeaba Max—explique amablemente