THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]

―Chapter Five―

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CHAPTER FIVE

Explosive encounter

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▶ SIX MONTHS LATER◀

Primer vuelta.

» —¿Por eso simulaste tu muerte?— «

Segunda vuelta.

» —Cuando hice esa elección. Sabía que mi vida no volvería a ser igual, sabía que tendría que abandonar lo único que significaba algo para mí. Mi familia—«

Tercera

» —¿Entonces porque no lo hiciste Doris? ¿Si es que ese es tu verdadero nombre?—«

Cuarta

» —Es el nombre que me dieron cuando nací y el nombre que usaba el día que conocí a tu padre. Y... ¿Desde cuándo un hijo llama a su mamá por su primer nombre?—«

Quinta, sexta, séptima, octava

» —¡Desde que fallaste al serlo hace veinte años!—«

Se detuvo con la respiración agitada y el corazón acelerado.

» —No tenía otras opciones. Wo Fat buscaba a la persona que había matado a su padre. Dispuesto a asesinar a quien fuera—«

Camino hacia el pequeño paredón que separa la playa del parque, apoyo sus manos en él, respiro profundo y bajo la mirada. Se quitó el sudor de la frente, con el dorso de la mano y luego se la paso por el cabello con frustración.

» —¿¡Así que fingiste tu propia muerte!?— «

Maldijo golpeando el dorso de su puño contra el paredón.

» —¡Sí! ¡Hice lo que tenía que hacer para protegerlos!— «

Aquel estúpido viaje no había hecho otra cosa más que traerle problemas y, desde que volvió a la isla, no había dejado de lamentarse por haber querido conocer a la persona detrás de Shelburne. Se sentó sobre el paredón—de espaldas al océano—seco unas lágrimas traicioneras que se habían escapado y observo su entorno, intentando distraer su mente con otra cosa.

Y ahí fue cuando ella, inmediatamente, logro captar toda su atención. Se encontraba, a unos pocos metros, sentada sobre el paredón viendo el océano. En su rostro se dibujaba una diminuta sonrisa mientras que sus ojos permanecían cerrados y su cabello era lanzado hacia atrás por la ligera brisa proveniente del mar—sonrió ampliamente tras reconocerla como la jovencita que se había encontrado en la oficina del gobernador hacía algunos meses atrás—ella, absorta de su presencia, abrió los ojos, suspiro sin perder la concentración en aquel bello paisaje y sucedió lo que el seal nunca hubiera podido imaginar.