―Chapter Three―

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CHAPTER THREE

 𝑵𝒂𝒏𝒏𝒚 

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Waikiki Beach

Honolulu, Hawái, EE. UU

Tú, libreto de siempre tan predecible. Ya me lo sé. Así que corre, corre, corre, corazón, de los dos tu siempre fuiste el más veloz, toma todo lo que quieras, pero vete ya que mis lagrimas jamás te voy a dar, así que corre como siempre no mires atrás, lo has hecho ya y la verdad me da igual...

Se quitó los tacones y camino por la orilla sintiendo el agua arrastrar la arena de vuelta al océano mientras la dulce voz de Joy se mezclaba de manera armónica con el oleaje rompiendo a pocos metros de ella, cerro los ojos sintiendo el sol calentar su rostro y sonrió respirando el fuerte olor del agua salada.

Arena, mar y sol.

Parecía que aquel momento era todo lo que necesitaba para sentirse completa. Sonrió al sentir las conchas marinas rozando las plantas de sus pies. Abrió los ojos y observo a su alrededor, a lo lejos vio una familia—papá, mamá y dos niños—jugando con una pelota en el agua.

Tu, el perro de siempre, los mismos trucos, yaaaa, ya me lo sé, así que corre, corre, corre corazón, de los dos...siempre fuiste el más veloz, toma todo lo que quieras, pero vete ya, que mis lagrimas jamás te voy a dar, han sido tantas despedidas que, en verdad, dedicarte un verso más está de más, así que corre como siempre que no iré detrás...

Se quito los audífonos en cuanto sintió su móvil vibrar con insistencia.

Saco el aparto del bolsillo y lo volteo para saber quién estaba interrumpiendo aquella bella paz. Enorme fue su sorpresa al notar que David era quien estaba marcándole, pero lo que más le sorprendió fue como estaba haciéndolo, al parecer el agente antitecnología del siglo XXI se había arriesgado a hacerle una videollamada.

—David Stephen Rossi usando Skype, no puedo creerlo. Definitivamente ya puedo morir en paz—bromeo, pero su sonrisa se desvaneció al observa, detrás de él, los distintivos asientos de cuerina color café de un avión que conocía a la perfección—¿Dónde estás?—indago con seriedad

Camino a Quántico—afirmo sin rodeos

—Pero...me dijiste que estarías en el hotel—afirmo con amargura

Volví al hotel, pero Hotch me llamo porque necesitaba que vuelva con urgencia

—Yo te necesito con más urgencia, no puedes irte así sin más, ¿qué hare ahora?—

THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora