THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [EN EDICION/ 2024]

―Chapter Twenty Two―

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CHAPTER TWENTY // TWO

𝑴𝒊𝒔𝒕𝒆𝒓𝒚

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Waikiki Grand Hotel

Kapahulu, Honolulu

|Pov's Luca|

Mi habitación era un cuarto con una cama individual, TV, un baño y una ventana que daba a las escaleras de emergencia. Estoy muy cansado y hambriento. Aunque me conformaría con tomar una ducha para relajarme ya que salir nuevamente seria arriesgarme a que alguno de sus amiguitos me descubra.

Me quite la ropa, tome el arma y entre al baño. Deje la pistola cerca de la regadera y entre en ella, no tarde mucho ya que aun temía que alguien entrara en mi cuarto.

Al salir me vestí solo con unos jeans, encendí un cigarrillo y tras la primera calada mis nervios comenzaron a disminuir. Me senté frente a la videocámara, con una cerveza, esperando a que alguien apareciera en aquella maldita pantalla para así ponerle fin a todo eso.

Estoy harto de estar en esta asquerosa isla.

Estoy harto de mentirle.

Le di otra pitada a mi cigarro.

—Aparece maldita sea, quiero irme—exigí gritándole a la pantalla

Pase diez minutos sumido en mis pensamientos tratando de buscar una respuesta para esto, mientras una vocecita me decía que tomara un avión de regreso y saliera de toda esta mierda inmediatamente, la otra me decía que eso me convertiría en prófugo y no solamente del cartel narco, sino también de todo el gobierno estadounidense al cual estoy traicionando.

—Demonios—pronuncie poniéndome de pie

Me acerque a la ventana para observar las calles, todo se veía tranquilo, hasta que de pronto una fresca brisa en mi cuello acompañada de un inconfundible olor a vainilla, capto mi atención.

—Realmente viniste—sentencie sin voltear sabiendo exactamente de quien se trataba

—Tú me diste, llave y dirección—oí que dejaba algo sobre el sofá—Era tentado y jamás rechazaría una oferta así, más si viene de ti—cerró la puerta—Además viene personalmente para saber cómo va ese pequeño trabajo que te encargue—aseguro avanzando por la pequeña sala hasta llega a mi—¿Qué sabes?—indago

Me voltee encontrándome con el rostro causante de todos los males en la vida de mi exnovia.

Su madre.