6

13.7K 786 110
                                    

Natacha.

Nos sentamos en un pequeño círculo, nos servimos un poco de licor en los vasos plásticos y comenzamos a jugar. Un nudo se formó en mi garganta porque no sabía que tanto iban a preguntar. Yo no suelo jugar a estas cosas.

Se conocen entre ellos, yo ahora soy una intrusa y estoy en desventaja.

-Empiezo yo -Diego me sacó de todos los malos pensamientos -, yo nunca nunca me he tatuado.

Scott lo miró con cara de asesino y después se dio un trago.

- Nora debes tomar, así es el juego-. Diego le regaló una falsa sonrisa y Nora bebió de poca gana.

¿Por qué Diego sabe que Nora tiene un tatuaje si a simple vista yo no le veo nada?

Esto confirma mi teoría entre ellos pasó algo, pero debo averiguar ¿qué?

Mi lado detective privado se activa.

-Mi turno -comentó Scott con una sonrisa es sus labios-, yo nunca he besado a nadie de los aquí presente.

¡Bum!

Si no fueras tan odioso, ahora mismo serías mi hermanastro favorito. Diego te sigue ganando, puedo soportar su sarcasmo.

Buena jugada Scott, Nora bebió, también Diego eso confirma que mi sospecha era cierta, pero hasta que punto llegaron estos dos.

Scott se aclaró la garganta y arqueó una ceja.

«Verdad»

También yo, había besado a Nora en la fiesta. Bueno ella me besó a mí.

Me di un trago.

-Me toca -está era mi oportunidad de resolver el misterio-, yo nunca me he acostado con nadie de los de aquí presente.

Bingo, ambos bebieron.

¡Madre mía se habían liado!

¿Pero cuándo, cómo, dónde?

La curiosidad me mataba.

-Si seguimos así voy a terminar completamente borracha en la primera ronda- recogió su pelo rubio en una alta coleta- Yo nunca he tenido hermanastros, ni hermanastra.

Los tres giramos los ojos y tomamos un trago, la afirmación era tonta, pero nos hizo beber a los tres y ese era su objetivo. Ganar.

-Yo nunca le he tenido ganas a los de aquí presente -soltó Diego con la vista sobre Nora. Ambos estaban tan concentrados en ellos que no notaron como Scott había bebido.

Metí un mechón de mi cabello por detrás de la oreja. De seguro lo hace para provocar. Sí, eso es.

Las rondas siguieron hasta que la botella se acabó y para mi suerte no tuve que beber mucho. Scott se terminó lo que quedaba en mi vaso.

El cansancio se apoderó de nosotros y terminamos durmiendo, quedé en medio de Nora y Scott.

Esto era incómodo, su cercanía me intimidaba.

Pasaba el tiempo y no lograba quedarme dormida, nunca había acampado, para rematar Nora y Diego no dejaban de moverse de manera rara, la oscuridad nos abrazaba y no podía diferenciar que estaba pasando, pero estoy segura de que es la primera vez desde que los conozco que no están peleando.

Me giré quedando a pocos centímetros del rostro de Scott y esté se burló por lo bajo.

-¿De qué te ríes? -susurré.

-De tu reacción -su voz ronca erizó todo mi cuerpo.

-¿Están...ellos están..? -¿Por qué me avergonzaba hablar de esto con él?

No Sonrías ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora