22

11.6K 587 58
                                    

Natacha.

Estábamos en una cafetería Diego, Adan, Nora, Scott y yo, pasando el rato.

— ¡Ok! — Adan me mira como un niño pequeño —, pero la película del Rey León es lo máximo.

Diego pone los ojos en blanco antes de llevarse un trozo de pizza a la boca.

— Prefiero las series de Netflix — dice.

— A mí me gustan todas las películas de Disney — agrego, contenta — También me gusta Netflix, me conformo con cualquier cosa.

— Mimada — acusa Scott y lo miro por unos segundos.

Te quiero. Eso quería decir.

— Idiota — pongo mi boca en una línea fina.

— Ya van estos dos a discutir — habla Nora.

— ¿Qué vas a hacer en la noche? — le pregunta Adan directamente a Scott. Gracias a dios que desvió la conversación — ¿Aún piensas hacer eso?

— Te dije que si — se encoge de hombros — Ya lo decidí.

— Luego te llamo para ponernos de acuerdo — Scott asiente.

No entendí absolutamente nada. 

— Van a robar un banco — acusa Diego — ¿Cuál es el misterio?

— No te importa — zanja Scott.

Adan se levanta para irse y el nerviosismo se apodera de mí porqué lo único que me separaba de Scott era su amigo. Ahora no había nada entre nosotros.

— ¿Cuándo te vas? — me pregunta Nora.

— Pronto — respondo, dando un sorbo a mi refresco.

Scott se acomoda en el sofá y su pierna hace un leve contacto con la mía. Me estremecí por completo.

— ¿Estás bien? — Diego analiza mi cara — Te has puesto pálida.

— Yo... es calor, solo eso.

Es tu querido hermano que acelera todos y cada uno de mis sentidos con solo tocarme.

Siento como unos dedos recorren discretamente toda mi espalda y se queda acariciando unos segundos mi cuello.

Mierda. 

— Vengo ahora — informa Scott, levantándose de golpe.

Desaparece en dirección de los baños del local y por primera vez desde que llegamos respiro tranquila.  

Mi teléfono que descansaba sobre la mesa ahora comenzaba a sonar. Lo reviso rápidamente y era él.

Scott: Ven. 

Natacha: No. Es una locura. Se darán cuenta.

Scott: Ven. Sabes que no te dejaré en paz.

Natacha: Vale.

Soy demasiado floja.

— Tengo que llamar a mi madre — levanto el teléfono — creo que es importante.

No Sonrías ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora