7

12.6K 755 85
                                    

Situación: recostada en mi cama.

Estado: muerta de aburrimiento.

Eran las nueve de la noche y estaba muy aburrida, había terminado de hablar por teléfono con mi madre y su gira iba de maravilla, me alegraba mucho por ella. A pesar de querer estar allá ahora mismo.

Scott es insufrible.

Esa era mi único problema.

Él.

Su sonrisa.

Su arrogancia.

¿Ya dije su sonrisa?

Comencé a revisar las historias de mis conocidos en Instagram, las redes me entretenían un poco. Menuda fiesta en la que está Nora, ella sí que sabe divertirse, no deja de subir fotos.

Al momento me envió un mensaje:

Nora: Hey Nat.

Natacha: Hola

Nora: ¿Quieres venir a la fiesta de un amigo? Te paso la dirección y estoy segura de que Albert te trae.

Natacha: Mándame la dirección y le pregunto a papá si puede llevarme.

Me envió la dirección, junto a un mensaje de convencimiento para que fuera. 

No me gustan las fiestas, de hecho no soporto salir, pero estoy demasiado aburrida.

Bajé las escaleras con mi pijama de muñequitos, en un sofá se encontraba mi padre viendo una película y Scott leyendo un libro, «este tío no hace más nada que no sea leer»

—Papá —me senté junto a él— ¿Crees que puedas llevarme a una fiesta que Nora me invitó?

Scott levantó la vista y me miró unos segundos.

—Cariño tengo el carro en el taller y Cristina tiene el otro.

—Puedes llevarme en el auto de Scott —sugerí.

—Ni se diga —intervino Scott—, a Dark solo la manejo yo.

— ¿En serio le pusiste nombre a tu auto?

—Si, ¿Algún problema?

—¿Scott por favor —habló mi padre — puedes llevar a Nat a la fiesta?

— Si Albert puedo llevar a Natacha a la dichosa fiesta — puso los ojos en blanco.

— Bien en un momento estoy lista.

Subí rápidamente las escaleras, me coloqué un vestido blanco ajustado con un diseño muy bonito que dejaba ver toda mi espalda, los combiné con unos zapatos de tacón, me peine un poco mi largo cabello y me pinte únicamente los labios, no era muy amante al maquillaje.

—¿Dónde está Scott, papá?

—Te espera en la calle, cariño — comentó —, cuídate mucho.

—Adiós —le di un pequeño beso en la mejilla.

Entré en el auto de Scott y cuando me senté en al asiento de copiloto supe que había escogido mal mi vestimenta, el vestido mostraba demasiado mis piernas, sentí la vista de Scott sobre mí y me sentí avergonzada.

—¿Cuál es la dirección?

— Esta — le mostré el mensaje que me había mandado Nora.

—Escucha, Natacha —agregó— me importa una mierda lo que hagas con tu vida, pero eres mi hermanita y debo advertirte, esa fiesta es del imbécil de Jared Días, no caigas en sus redes.

No Sonrías ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora