Rey Thranduil

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Habiendo dicho esto el príncipe se sentó, y todos comenzamos con la cena, la cual esta deliciosa. Todo el mundo se comportó de forma muy gentil conmigo, y Légolas, bueno él siempre es encantador, no hay nada más que decir. La cena concluyo, antes de retirarme un consejero de Thranduil me dice al oído que el Rey quiere verme, así que me dirijo hasta su trono. Camino por el pasillo de hermoso e impecable mármol, al llegar a las enormes puertas, las cuales se encuentran cerradas, Légolas me espera impaciente;

-          ¿tú qué haces aquí?

-          Mira niña, es mi palacio, yo puedo estar donde se me dé la gana jajaja

-          Ok, ok disculpe su alteza real- digo esto mientras hago una reverencia.

-          Es broma, ¿sabes para que te quería mi padre?

-          No tengo idea

-          Bueno mira, tu pasa, hablas con el viejo, y te veo en tu habitación en un rato más.

-          Pues supongo que no tengo opción

-          Exacto

-          Ok, con permiso

-          Te veo después

Entro a la habitación, el rey se levanta de su trono y camina hasta llegar a donde me encuentro de pie.

-          Norie

-          Rey Thranduil, es un placer verlo, déjeme agradecerle por recibirme en su ciudad

-          Sabes que eres como una hija para mí, mi casa es tu casa, mi reino es el tuyo.

-          Es un honor que me considere de esa manera

-          ¿Cómo está lady Galadriel? ¿te ha tratado bien?

-          Se encuentra muy bien, me han tratado como a una hija.

-          Me alegro de que las cosas se encuentren bien, y me alegro mucho de que estés aquí, hija mía

-          Muchas gracias, estoy muy feliz de estar de vuelta

-          Yo lo estoy más, le haces mucha falta a mi hijo, normalmente siempre esta solo

-          ¿solo? No lo creo, yo lo veo muy feliz al lado de la que será su reina

-          Cariño, no niego que la quiera, pero dudo mucho que de verdad la ame. Al menos no como te ama a ti.

-          Légolas no me ama, es como mi hermano

-          Conozco a mi hijo, y aunque te puedo decir que ya renuncio a ti, siempre has sido la persona más importante para él.

-          Si usted lo dice Rey

-          No apruebo su matrimonio, pero respeto su decisión, aunque te confesare que siempre imagine su futuro a tu lado

-          Creo que no era nuestro destino

-          O quizá sí lo era y ustedes se opusieron, nunca lo sabremos… como sea hija, descansa, y siéntete como en casa.

-          Muchas gracias rey Thranduil, me retiro, buenas noches.

"Sin decir una palabra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora