Un doloroso juramento

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Muy a mi pesar me despierto al sentir como Légolas se levanta…

-          ¿ya tienes que irte?- le pregunto

-          Todavía faltan una par de horas para que salga el sol, pero debo ir a preparar mis cosas. No me iré sin despedirme de ti, lo prometo linda. Ahora duerme un poco más- me dice sonriente mientras termina de vestirse, yo solo le sonrío y asiento débilmente. Se abotona la túnica, me da un beso en la frente y se va…

Me quedo sola en la habitación y cubro mi cara con las sabanas, aún tienen el olor de Légolas, que felicidad me invade al saber que de aquí en adelante mi habitación siempre olerá a él. Estoy muy emocionada, dijo que yo seré su esposa. Y aunque estoy un poco triste porque tenga que marcharse a Rivendell, no me siento sola, porque sé que volverá por mí. Intento conciliar el sueño de nuevo pero no puedo, bajare por un vaso con agua, el alboroto de hace rato con tantos besos, me ha dejado sedienta. Me levanto de la cama, y después de ponerme mi bata de dormir me dirijo hacia la cocina. Un momento, escucho unas voces en el corredor, y como buena curiosa que soy, voy a ver quiénes están despiertos a estas horas. Camino prácticamente de puntitas y me asomo poniéndome detrás de uno de los enormes pilares para no ser vista. Un “Oh por dios” se escapa de mi boca, ¿pero qué diablos está pasando aquí? Giro sobre mis talones y me marcho corriendo de allí. Subo hasta mi habitación y cierro la puerta de golpe, cubro mi rostro con las manos y respiro profundamente intentando salir del Shock. Como esto no me funciona, quizá un poco de agua fría lo haga, camino hasta el baño, tomo agua con mis manos y humedezco mi cara y mi cuello.

-          ¿Qué viste?- me pregunta una voz a mis espaldas, yo clareo un poco la garganta y después de un suspiro respondo

-          A usted, acariciando el rostro de Tauriel, y besando sus labios- le digo sin siquiera voltear a ver a la persona parada detrás mío.

-          Norie, yo… tengo que explicarte que fue lo que paso, no saques conclusiones sin antes escucharme

-          No dé explicaciones que no son necesarias. Un príncipe no tiene por qué rendirle cuentas a una súbdita del reino.

-          No me trates así, como si no me conocieras. Norie por favor, habla conmigo te lo suplico.

-          Déjeme sola, mi señor.

-          No lo hare, no te dejare hasta que no me digas todo lo que sientes, habla conmigo Norie- me jala del brazo, obligándome a caminar hasta el balcón de mi habitación. Con la luz de la luna, puedo ver el arroyo de lágrimas que nace de sus ojos azules- habla por favor, dime lo que sea pero habla

-          Solo déjame Légolas, vete de aquí- mi voz se quiebra y rompo en llanto

-          Norie, solo era de despedida, ese beso solo era eso… un absoluto adiós.

-          No me interesa

-          Norie, escúchame…

-          Légolas, ¿cállate y escucha tú! No me importa lo que tengas que decir, me traicionaste de nuevo. Fue por esto que me fui a Lothlorien, porque no soportaba verte con aquella otra elfo. Y sin embargo, aunque esa vez me hiciste mucho daño, te perdone. Pero esta vez ya no.

-          Norie, éramos muy jóvenes cuando eso paso

-          Cierra la boca, presta mucha atención a lo que te voy a decir… juro por Varda- le digo poniendo una mano en mi pecho y con la otra señalando el cielo- que en mi vida volveré a inclinar mi corazón hacia ti, y gastare cada día en anular este amor que siento hasta que ya no exista. Así que vete- termino señalando la puerta de mi habitación, Légolas se pone de rodillas y se pone a llorar como un niño, sin tener consuelo- te estoy diciendo que te vallas, si no lo haces tú, entonces me iré yo.

-          Alto, ya me voy- el príncipe se levanta y sale de la habitación, no sin antes dedicarme una última mirada, una última sonrisa, porque ambos sabemos que esto es el fin.

El sol sale por fin, y Légolas parte hacia Rivendell, y yo hacia Lothlorien, dando paso a una nueva vida que me espera.

Hola mis lectores, para empezar gracias por sus votos y comentarios, me hacen muy feliz… Este no es el final aun no de historia, aún queda un poco más por contar. Besos y abrazos para todos.

"Sin decir una palabra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora