Y los dos se quedaron así mirándose a los ojos, por unos instantes que se volvieron eternos… hasta que una voz los saco de sus pensamientos
- Papa, tenemos que hablar, es urgente… acabo de cometer una tontería, y necesito de tu ayuda- Un joven alto, de cabellos como hilos de oro entro prácticamente corriendo a la habitación, sus ojos azules se encontraron con los de su padre, y tanto Légolas como Norie pudieron ver la preocupación que en ellos existía…
- Hijo antes que nada deberías presentarte, ella es Norie una gran amiga mía.- le recrimino con la voz un poco rígida a su heredero
- Tienes razón padre, disculpa. Mi señora, soy Edegil hijo de Légolas, nieto del rey Thranduil, del reino de los bosques. Es un placer para mi conocerla- el joven se inclina haciendo reverencia- Papá, de verdad tenemos que hablar
- Yo me retirare para darles privacidad- comenta Norie
- No por favor- la detiene tomándola del brazo- quédate, no hay nada que no puedas escuchar
- Légolas, es algo privado que tu hijo quiere contarte, no debo estar aquí
- La verdad no me importa- comenta Edegil- tan solo me es urgente contarlo
- Entonces quédate, por favor te lo pido- termina Légolas con una sonrisa a lo que Norie solo asiente- cuéntanos Edegil
- Por la mañana, cuando fuiste a saludar a Aragorn, yo decidí ir a explorar la ciudad para no estar sin hacer nada, camine durante media hora observando todo, hasta que llegue a un pequeño mercado y allí vi a una Elfo, hermosa como las estrellas, estaba comprando una manzana y charlando animadamente con la mujer que vendía las frutas. Y por instinto me acerque a saludarla, no pude evitarlo, necesitaba saber quién era. Me presente y ella también, entonces comenzamos a caminar por las calles de la ciudad y ella me fue relatando historias sobre muchas batallas antiguas y cosas interesantes sobre antiguos reyes. El tiempo se nos fue volando a los dos y pronto llegamos casi a las puertas de la ciudad, nos sentamos un rato y continuamos con nuestra conversación, parecía que podíamos hablar de cualquier cosa. Toda palabra parecía interesante si ella la pronunciaba, y yo no podía apartar mis ojos de su belleza. De pronto, creo que pensé en voz alta, dejando salir en palabras lo que me hacía sentir su presencia. Ella solo se sonrojo de forma dulce y me dijo que yo le gustaba, que sentía lo mismo que yo. Y no pude evitar besarla, padre no pude, la bese. Y ambos quedamos encantados con el beso.
- ¿Y cuál es el problema hijo? Yo no veo nada de malo en eso- le interrogo Légolas, con una sonrisa en el rostro.
- El problema es que su padre nos estaba mirando, acababa de entrar por las enormes puertas del reino y estaba furioso. Quería asesinarme. Me dijo que cometí una falta de respeto contra su hija y contra él. Yo me disculpe, pero no quiso escuchar tomo del brazo a la chica, la obligo a subir a su caballo y se la llevo. Yo no quiero que valla a castigar a su hija por lo que paso, fue mi culpa, debí ser un caballero y comportarme decorosamente. No quiero que ella sufra por mi error. Quiero que me acompañes papá, tengo que ver al padre de la chica y ofrecer mis disculpas de nuevo, para que no vallan a castigarla de alguna forma.
- Te metiste en un buen problema Edegil- contesta Légolas- pero claro que iremos a hablar con el caballero. ¿le preguntaste su nombre?
- Si padre, pero no quiso decírmelo, y con tanta gente aquí, segura será un lio encontrarlo.
- ¿Cómo era la chica?- pregunta Norie- quizá y yo pueda conocerla
- Mi señora muchas gracias por intentar ayudarnos, ella era de piel muy blanca, su cabello era negro con hondas muy pronunciadas y tenía unos ojos color canela, como los de usted- la cara de Norie cambia a una de total sorpresa, y Légolas entiende al instante la reacción.
- Norie, no me digas que esta misteriosa chica es…
No puede terminar la frase cuando una joven irrumpe en la habitación, cerrando la puerta tras de sí de un enorme portazo.
- Mamá, tenemos que hablar mi papá quiere matarme, pero… ¡oh por dios! ¿Qué haces aquí Edegil?- la chica se queda helada al ver al joven también en la habitación.
- Disculpen a mi hija, es algo impulsiva- dice Norie, negando con la cabeza ante la irrupción de la chica- Este caballero es Légolas del reino de los bosques, hijo del rey Thranduil, te he contado muchas historias de cuando yo viví allá, recuerdas.
- Así que tú eres Yanessa- continua Légolas
- Yani para los amigos- responde la joven con una sonrisa divertida
- Es un gusto conocerte Yani, tal parece que a mi hijo ya no tengo que presentarlo.
- No señor, ya lo conozco
- Yani- pregunta el joven- ¿estás bien? ¿Qué paso con tu padre? Me quede muy preocupado
- De eso justamente vengo a hablar con mamá… Por favor haz algo- dice la chica refiriéndose a Norie- habla con papá para que se calme.
- ¿Norie?- habla Arwen asomándose por la puerta- Elladan está aquí a fuera quiere verte, ¿le digo que pase?
- Si mi señora- responde Légolas- dígale que pase por favor. El hijo de Elrond pasa y se sorprende al ver al joven Edegil allí, pero al levantar más la mirada ve a Légolas y frunce el ceño
- Sabía que era tu hijo desde que lo vi- afirmo Elladan…
Besos y abrazos a los que leen mis ideas disparatadas…
ESTÁS LEYENDO
"Sin decir una palabra"
RomantikLegolas y Tauriel van a casarse, pero un antiguo amor aparece... Podrá el príncipe del bosque negro cumplir con su compromiso, o dejara que un amor adolescente lo consuma?