La culpa es mia

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Tres semanas han pasado desde la partida de Elladan. Y para mí la vida se siente vacía. La cama es demasiado grande y he perdido la noción de cuando es hora de desayunar, comer o cenar. Ingiero mis alimentos cuando el hambre me vence, estaba demasiado acostumbrada a comer juntos y a dormir juntos. Extraño en exceso su compañía.

- Buenos días Norie de Rivendell ¿Cómo te sientes hoy?

- Del reino de los bosques, Siempre seré del reino de los bosques, mi señor Thranduil- le respondo al rey con una sonrisa- Estoy bien, gracias por preguntar

- Dudo mucho eso, a penas comes y me ha dicho Yani que casi no duermes

- Los elfos dormimos poco- le contesto intentando que el interrogatorio termine

- Légolas me ha expresado su preocupación. Dice que lo evitas

- Si, la verdad lo hago pero tan solo porque me siento culpable de que su esposa se marchara.

- De lo único que eres culpable es de enamorar a mi hijo hasta volverlo loco. Y eso no es algo por lo que te debas disculpar. Norie, sé que extrañas a Elladan, y debes sentirte sola. Pero piensa un poco en Légolas, por tu rechazo se debe sentir aún más solo que tú- después de decir esto el rey se pone de pie y se marcha dejándome con el sentimiento de estar haciendo algo malo con el corazón del príncipe.

Después de una par de horas de meditación en las palabras de Thranduil, decido Salir de mi exilio social e ir a pasear por ahí. Y entonces lo veo, su rostro ya no se ve fresco como en el pasado. Las facciones de su rostro se han vuelto más duras y su mirada más fría, igual a su padre. El paso los años se ve reflejado en el mar que hay en sus ojos; pero hoy sus hombros se ven pesados, y su caminar se ha vuelto indeciso. Exhala tristeza en cada suspiro.

- Hoja verde, ¿Necesitas compañía?- el no responde, tan solo me abraza de forma dulce e impulsiva, este acto repentino me desarma y dejando fluir el torrente de emociones guardadas, busco sus labios con desesperación. El corresponde mi beso al instante, y entre lágrimas y sollozos continuamos sin despegar los labios- Discúlpame por ser la causa de que Tauriel se fuera- suelto esta verdad sin pensar, Légolas me toma del rostro y obligándome a mirarlo sonríe

- De lo único por lo que te culpo es por esos ojos tan hermosos. Asumo toda la culpa por enamorarme de ti como un completo loco.

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Lo se, es cursi y pequeño. Pero esperen el siguiente por favor. Un beso a todos

"Sin decir una palabra"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora