Capitulo 10

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Estaba tan cómoda durmiendo que ni siquiera sentí que magnus me estaba llamando.

— Addison...

— cinco minutos más...

— ¿Sabes que hora es? — lo escucho preguntar con un poco de preocupación.

— Creo que se pasan las 7:00 de la mañana — giro mi cara hacia su dirección y logro verlo ya vestido ¿Porque es tan lindo?

— Addison son las 2:30 de la tarde — dice sacándome las sábanas.

—¡¿QUÉ?! — Me levanté de un salto tan abrupto que casi me caigo de la cama pero por suerte Magnus me sostiene — ¿Porque rayos no me levantaste antes? ¿mi madre te vio?

— Bueno, te ví durmiendo tan plácidamente que no quise despertarte, y no, tu madre no me vio se fue muy temprano y por lo que supuse no quiso despertarte por que no entro a la habitación.

— Casi me da un infarto— me llevo una mano al pecho, miro el espejo de mi clóset con cara de horror al ver mi reflejo en el  dándome cuenta de que estaba toda despeinada y en pijama, tomé las mantas súper rápido
— ¡No me mires!

— ¿Enserio? — resopla rodando los ojos — Te he visto desnuda ¿Lo recuerdas no?

Ese comentario hizo que me ponga roja al instante.

— Si pero ahora estoy despeinada y con cara de culo — admito sin sacarme las mantas de la cara.

— A mí no me importa como te veas, además tengo que aceptar que no todo el tiempo vas a estar presentable.

El me sonrie y siento como mi corazón comienza a acelerarse, este chico me va a volver loca enserio.

— bueno mucha charla, ahora a bañarse — dice sacándome por completo las sábanas.

— ¿Vamos algún lado?— pregunto poniéndome de pie.

— Si, primero vamos a comer y luego te cuento que vamos a ser.

— Está bien, pero si es algo de lo que me voy arrepentir mejor dime ahora — le advierto.

— Tranquila, no será nada malo, confía en mí — sonríe y me guiñó el ojo — ahora bañate que se nos hace tarde.

Me metí a bañar y dure aproximadamente 20 minutos en la ducha porque el sueño que me cargaba ya no era normal, cuando salí me cambié rápido me puse unos jean largos y una blusa sin mangas porque hacía mucha calor. Cuando baje las escaleras mire por la ventana, magnus estaba afuera en la moto, tome las llaves de la casa y salí en su encuentro.

— ¿Ahora me puedes decir a dónde vamos? — le pregunto con una ceja enarcada.

— A comer — remarca como si fuera algo obvio.

— No me refiero a eso, si no después.

— ¿Porque eres tan curiosa? — se queja con el seño fruncido, al parecer no le gustan las preguntas.

— Solo soy precavida, contigo nunca se sabe — hago un ademán de subirme pero me detengo al escucharlo hablar.

— ¿Eso significa que no confías en mí?

— ¿Debería? — extiendo mi mano para que me dé el casco.

— Toma — me entrega el casco — sube.

— Quiero que me digas a dónde vamos — vuelvo al tema principal.

— ¿Acaso no puedes esperar unos minutos? — está vez lo dice con menos paciencia.

— No.

— Pues no te diré, te quedarás con las dudas — desvía su mirada hacia el camino ignorando todo lo que tenga que ver conmigo.

Hasta que no respire©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora