Me desperté y lo primero que ví fue un frasco de pastillas junto a un vaso con agua, normalmente mis mañanas eran un mensaje de mamá y papá, pero ahora tenía alarmas para tomar medicamentos, se me escapan unas cuantas lágrimas de solo pensar que mi vida cambio tan rápido, ¿cómo puede ser una persona normal hoy y al otro día pasas a tener que tomar más pastillas que una farmacia?
Después de tomar todos mis medicamentos me bañé y baje a desayunar sola, como siempre. me acostumbre a estar siempre tan sola que a veces cuando tengo tiempo con mis padres me sorprende todo lo que dicen y hacen. Termine de desayunar y tome las llaves de la casa y salí a caminar, Magnus tenía cosas que hacer con el señor Peter y Pilar no estaba, así que decidí ir a la cafetería donde trabaja Nick, en estas últimas semanas nos volvimos muy cercanos.
Cuando entré a la cafetería, el estaba detrás del mostrador tomándole la orden a una chica, me acerque al mostrador y la chica se alejó discretamente, el levantó la mirada y por su cara se que se sorprendió al verme.
— Hola, pequeño Nick — lo saludo sonriente mientras coloco mis manos en el mostrador impulsandome hacia arriba dejando mis pies en el aire en un gesto descuidado.
— Pequeña Grinch — me devuelve el saludo tocando mi cabeza como un pequeño cachorro.
— Está bien, creo que esto de los apodos de la infancia me molesta más que antes.
El me dedico una sonrisa leve y yo le devolví una sonrisa de boca cerrada.
— ¿Tienes mucho trabajo hoy?
— pregunté curiosa.— De echo, una ayuda no me caería mal — dice repasando su zona de trabajo con cautela.
— ¿Seguro que quieres mi ayuda ahí dentro? — bromeo.
— Bueno, mientras no quemes nada, por mi está bien.
Le rodé los ojos y el me saco la lengua. Comencé a atender personas, creo que me puedo acostumbrar a esto, pasamos como veinte minutos riéndonos de un señor calvo que pidió un café descafeinado, no se porque pero nos reimos hasta que nos dolió el estómago, pero mi risa se evaporó cuando mi alarma sonó.
— Lo siento Nick, pero me tengo que ir — le entrego el delantal y le mostré mi móvil.
— Tranquila, no hay problema gracias por la ayuda pequeña Grinch.
— Sabes que odio ese apodo — me quejo — bueno, hasta luego.
El me dió un beso en la frente y yo salí de ahí, me la pasé genial con Nick, era justo lo que necesitaba para despejar mi mente, en menos de 30 minutos tenía que tomar mi medicamento, y por suerte mi casa está como a quince minutos a pie, quería caminar, tomar sol y aire fresco, ver árboles y cosas así.
cuando iba caminando y me encontré a la última persona que me imaginé encontrar en todo el día, Void.
— Hey — me saluda en cuanto se percata de mi presencia.
— ¿Qué tal todo?
— Todo bien ¿Cómo sigues?
— Creo que mejor ¿Pensé que hoy tenían entrenamiento?
— chismoseo un poco para sacar conversación.— Lo teníamos pero Ben se enfermo y lo suspendimos
— dice rascándose la cabeza.— Pobre Ben ¿pero es algo grave o que?
— La verdad no lo sé, pero por como se veía no era nada agradable — responde haciendo una mueca rara.
— Entiendo.
— ¿Y Magnus?
— El está en la empresa con su padre, está firmando algunos papeles sobre la plaza que se va a inaugurar el mes entrante.
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Hasta que no respire©
Teen FictionA veces pensamos que tener todo planeado en la vida es lo correcto. Pero... ¿Y si llega una persona y te hace cambiar de parecer? ¿si te enseña que no todo en esta vida tiene que ser así, planeada? ¿Y si llega esa persona y te hace amar "Hasta que...