Capitulo 2

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Me estaba peinando cuando escuché que tocaban la puerta.

— ¡Pase! — grite mientras me colocaba rimel.

— Hola cariño ¿Ya te vas? — preguntó mamá entrando a mi habitación.

— Si, pero te aseguro que voy a llegar temprano no te preocupes.

— ¿Dónde me dijiste que era la fiesta? — indagó.

— Mamá no me va a pasar nada, es en el bosque en una cabaña— dicho así, si suena raro — no es peligroso, además va a ir mucha gente, ya deja de preocuparte por mi, tengo 17 años mamá no soy una niña.

— si cariño, eso es lo que piensan ustedes pero la verdad todavía no saben nada de la vida, además la idea de que vayas sola no me parece muy buena.

— Mamá ya te dije que va a ir mucha gente, es más me voy a llevar el móvil para que no estes paranoica — le dije mientras intentaba recoger mi cabello.

—No es paranoia mi vida, es preocupación, pero bueno no puedo hacer nada para que cambies de opinión — dijo con voz indignada.

—¡MAMÁ!—exclamé con fastidio

— Está bien ya me voy, pero llegas temprano y nada de alcohol. Me llamas cualquier cosa, si no quieres estar ahí, si te mareas, si...

—¡MAMÁ YA ENTENDÍ!

Salió de la habitación y dijo algo que no escuché, me cambié rápido; me puse un suéter gris, un jean y unos Balenciaga del mismo color del suéter, me deje el cabello suelto después de tantos intentos fallidos de un moño alto. me puse el móvil en el bolsillo de atrás del jean, baje las escaleras y encontré a papá cerrando la puerta, acababa de llegar.

— Hola papá, Adiós Papá.

— ¿A dónde vas? — preguntó con una sonrisa.

— A una fiesta, pero vengo temprano y nada de alcohol lo sé.

— Esa es mi chica, tu madre te dijo que no vayas ¿verdad?
—dijo como si supiera todo lo que mamá me dijo con lujos de detalles.

— No sé porque me da permiso, si después se va a estar preocupando.

— Sí, es algo paranoica — dijo papá como si fuera algo común en ella.

— Los puedo escuchar — gritó mamá desde el segundo piso, papá y yo compartimos una sonrisa divertida — y llegas temprano señorita.

— Sí mamá lo haz dicho como un millón de veces, adiós papá — le di un beso en la mejilla y iba a cerrar la puerta y me di cuenta que podía llover.

—Papá me pasas el paraguas por favor — dije desde la puerta.

para mí sorpresa ya lo tenía en la mano para pasármelo.

— Gracias — le sonreí

— Siempre cariño y llegas temprano y...

— Nada de alcohol, ya lo se parece música en mi cabeza
— terminé por el rodando los ojos.

Cerré la puerta y me subí al taxi luego de unos 15 minutos de camino, el hombre me dejó dónde creo que tenía que dejarme, la calle estaba totalmente sola y oscura, estaba nublado, parecía una película de terror y lamentablemente de ser así yo sería la Víctima, por suerte está es la vida real y eso no pasa ¿Verdad?

Bueno después de tres minutos exactos encontré el camino, pero no tenía una cinta verde, tenía una Roja, ya cuando iba a entrar un brazo me detuvo y me halo hacia atrás, me asusté, enserio pensé que me harían algo, así que activé mi método de defensa y quién fuera le di en su parte baja, cuando me di la vuelta ví al chino de la biblioteca agarrándose las bolas.

Hasta que no respire©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora