Capitulo 25

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Comenzaba a entrar en pánico, comencé a escuchar algunas voces, ninguna conocida, a mi lado iba alguien que obviamente no podía ver gracias a la bolsa en mi cabeza, de repente sentí que el auto fren.

— Déjenme ir ¿quienes son?

— Es mejor que te cayes mocosa o será peor para ti — por el sonido de su voz supe que era un hombre.

— ¿Dónde está Magnus? ¿Dónde lo llevaron?

— Eso a ti no te incumbe y si vuelves abrir la boca te pondré una mordaza.

Me quedé en silencio, lo último que faltaba es que me amordazaran, nos quedamos así un buen rato hasta que escuche un silbido y luego la puerta del auto abrirse, me puse nerviosa al no saber dónde me estaban llevando.

Me bajaron del auto y entramos a un lugar. sentí un aroma ¿Familiar? No se porque pero sentía la sensación de que ya había estado aquí antes o cerca de este lugar.

Escuché unos pasos y una puerta cerrarse, luego sentí que se acercaban a mi y me quitaron la bolsa de la cabeza, dure un poco para recuperar la visión y cuando logré enfocar bien ví a la persona más horrible y desagradable del mundo.

— Hola addison — me saludo con una sonrisa burlona.

— Kian — escupí su nombre.

— Quise hacer de esto algo ¿Cómo lo describo? ah sí, íntimo es la palabra.

Observé todo el alrededor, el olor embriagante, los estantes y todavía estaba la alfombra, estamos en la bodega.

— ¿Para que me trajiste hasta aquí? — lo enfrento pero este no se inmuta ni un poco ante mi pregunta.

— ¿Tu qué crees? — responde irónico.

— Solo los estúpidos responden una pregunta con otra.

— Tan temprano y ofendiendo.

— Es que contigo me sale natural
— fingí una sonrisa y luego lo volví a fulminar con la mirada.

— Bueno vamos a poner el ambiente algo más familiar.

— ¿Dónde está Magnus?

— Pero si yo no hablaba de Magnus — dice riéndose.

El llamo a uno de sus hombres y uno de ellos entro sujetando a Nick de la nuca, se me paro la respiración y toda la valentía que sostenía frente a Kian se esfumó por completo. Nick tenía los labios rotos y sangraba por la nariz, también tenía algunos moretones en los brazos y su camiseta estaba llena de sangre.

— Dejalo ir, tu problema es conmigo no con el — de solo ver a Nick de esa forma no me imaginaba que otra cosa le podrían hacer.

— Pero si todavía falta lo divertido, esto apenas comienza.

Le hizo otra seña al tipo que había traído a Nick y este salió de la sala y luego entro con magnus, lo tenían atado en una silla. todavía estaba inconsciente.

— Ahora empieza el juego — este se dio la vuelta con una sonrisa maquiavélica.

— ¿Qué quieres?

— Muchas cosas pero dudo que tú puedas ayudar con eso
— me miró como si fuera algo insignificante.

— Te estoy hablando en serio.

— Y yo estoy bromeando, no todos tenemos que obedecer cuando hablas addison — rodó los ojos como si fuera lo más exasperante del mundo.

— ¿Y cuando tú hablas si?
— contraataque.

Hasta que no respire©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora