capitulo 34

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Cuando llegamos a casa Nick abrió la puerta con cuidado para no hacer mucho ruido, eran más de las 12 así que subimos sin problemas ya que papá y mamá estaban dormidos.

— Entra a tu habitación y trata de no hacer ruido — me dijo Nick en un susurro volviendo a las escaleras.

— ¿Y tú dónde vas?

— A buscarte algo para el dolor de cabeza. Y no te duermas eso será peor.

Asentí lentamente y entre a mi habitación, deje mi bolso en la mesita de noche y me metí al baño.

Me pare frente al lava manos y me mire el golpe que tenía en la frente, estaba rojo, me agarre el pelo en un moño y lave mi cara y los dientes, me coloque mi pijama y me senté en la cama.

Me pasaron todas las imágenes por la cabeza, el juego de hockey, el chico golpeado de la cafetería, el disparo de Jeremy, Nick golpeado en un callejón y Brianna con un arma.

Todo se sintió tan real, es como si hubiese pasado y de repente apareces en otro sitio.

Gire la cabeza como el exorcista al escuchar un ruido, muy conocido, por la ventana.

Admito que no me lo esperaba pero tampoco me sorprende.

— Estaba preocupado, quería saber cómo sigues — murmura desde la ventana.

— Estoy bien Magnus.

Este pasó un pie tras otro hasta estar dentro de mi habitación, con el aquí se siente más pequeña pero no de una forma claustrofóbica.

— Eso me deja más tranquilo, se que no es una hora adecuada para venir — lo dice como si ya no nos hubiéramos escapado por esa misma ventana ha grandes alturas de la noche en plena tormenta — Pero debía verte. hay algo que quiero hablar contigo.

— ¿No puede ser otro día? — le dije cortante — Ahora estoy... Ocupada.

— Addison es enserio, no vine aquí a discutir si no a hablar, como adultos.

— Como adultos — rei irónica negando con la cabeza—¿en serio Magnus?  — lo mire con incredulidad — A ver, no quisiste herirme, me amas y yo lo sé, pero no podemos estar juntos y...

Y mi drama de chica dolida fue interrumpido por qué estaban tocando la puerta, de repente me acordé de que Nick me dijo que me traería un medicamento para el dolor de cabeza.

Magnus y yo compartimos una mirada de alerta al instante.

— Debajo de la cama — le susurre.

— No quepo ahí — dice entrando en pánico.

— Entonces... Eh, en el closet.

— Es muy pequeño — se queja mirando hacia el clóset.

— ¿Sabes? en este momento odio tu tamaño.

— Lamentablemente no me puedo doblar como una ropa o como un juguete de goma.

¿Y ahora se ofende?

— Addison abre, soy yo, Nick.

— ¡Ay! Mierda — estaba comenzando a entrar en pánico y Magnus no ayudaba.

—El baño, entra en el baño.

Abrí el baño y Magnus entro como una bala, cerré la puerta, respire profundo y me hice la desentendida, aquí no ha pasado nada.

—¿Porque duraste tanto para abrir la puerta?

— Eh, yo... Estaba en el baño.

— ah, bueno. Mira tienes que tomarte está ahora y la otra en la mañana, no puedes dormir mucho, trata de permanecer despierta el tiempo que sea necesario.

Hasta que no respire©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora