Capitulo 3: Descubriendo sentimientos

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Al anochecer el silencio se apoderaba de todo el receso de las nubes, pero en una habitación en particular se oían susurros y risas de varios discípulos, entre ellas la de Jiang Cheng, la habitación era la de Wei WuXian. Todos tomaban y reían, Jiang Cheng había olvidado su propia resistencia al alcohol de su joven cuerpo, esta no era comparable con la de su "yo" de adulto y sin calcular esto; pronto terminó ebrio, el alcohol se había agotado así que hicieron un juego para ver quién iba, donde por supuesto el perdedor fue Wei WuXian. En ese momento Jiang Cheng que conocía de sobra lo que pasaría decidió no interferir y prefirió volver a su habitación, después de todo era ágil escondiendo su presencia, era un experto en el arte de infiltrarse y asesinar de manera sádica como un veneno letal y sigiloso, no por nada se había ganado ese nombre; aunque no sentía orgullo de los crímenes que había cometido las habilidades que había adquirido lo llenaban de orgullo, sin embargo su cuerpo estaba ebrio y aunque pudo evitar a casi todos los centinelas, no pudo evitar al último que estaba frente a su puerta, cuando noto la presencia de alguien más se tambaleó y cayó encima del vigilante.

XiChen había leído el libro de principio a fin y un calor estrepitoso le invadió el cuerpo, seguro sería castigado por un mes en el manantial frío, ¿en qué estaba pensando? ¿Podría hacer esas cosas? Fundamentalmente ¿él dejaría que le hiciera esas cosas? Imagino a un Jiang Cheng en alguna de las posiciones que había visto en el libro y pronto noto que un pedazo de carne se había puesto de pie, Xichen estaba horrorizado y fascinado, ¿Cómo había llegado a esto? Él es menor se repitió Él es un hombre repitió, Él no me mira de esa forma y como un mantra lo repitió, pero aún así el pedazo de piel, que parecía tener vida propia se negó a descender, tomo un baño y poco le importó que hace rato había sonado el toque de queda, decidió salir a caminar enfriando todo su ser y logrando retomar el control de su cuerpo, para su sorpresa terminó frente a una puerta ya muy conocida, se regañó así mismo por estar ahí y justo cuando giro sintió que algo había caído de la nada no puedo esquivarlo, ya que ni siquiera noto de donde provino, definitivamente sus sentidos se atrofiaron, cuando estaba dispuesto a levantar lo que estaba sobre él, noto unos orbes lila que lo observaban con mirada perdida y asombrado.

-Te pareces a Xichen- dijo en tono que denotaba la ebriedad en la que estaba, Xichen sonrió.

-No me parezco, soy Xichen- El menor lo observo como si fuera un gran mentiroso.

-No es cierto los ojos de él son más claros, espera, es cierto en la noche son más oscuros- sonrió como si hubiera descubierto la cosa más sorprendente del mundo. Xichen que era consciente que sus ojos cambiaban de color con la presencia del sol sonrió al notar que el joven había notado esa peculiaridad que no cualquiera percibía - Él no confía en mí ¿tu sí? - pregunto aún encima del otro y viéndolo directo a los ojos, esa pregunta le había dolido a Xichen.

- Si y el también confía en ti- inconscientemente llevo la mano derecha a la espalda del menor tratando de reconfortarlo

-No debes mentir, eres del clan Lan. ¿Sabes? Con la mirada que me dio hoy, sentí miedo, y pensé que si lo perdía a él también, estaría acabado- Una lágrima silenciosa cayó en la mejilla del mayor sin embargo el dueño era el que se encontraba arriba. Xichen se encontraba perdido, verlo así le desgarraba por dentro, de haber sabido que su comportamiento causaría esa situación se hubiese controlado un poco más. Siempre había sido bueno controlando su comportamiento, pero el pensar que ese hombre lo estaba usando y posteriormente lo traicionaría hizo que la ira que emanaba no pudiese ser controlada, no hasta que observo esa mirada de miedo y ahora observaba una de tristeza, a decir verdad no sabía cuál de las dos era peor, con la mano libre seco la lágrima de su rostro y luego tocó las ojeras de Jiang Cheng como si hubiese algo que limpiar

El renacer del lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora