Capitulo 22: Aceptando voluntades

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XiChen cerro lo ojos, se agacho y beso la frente del joven que permanecía tan apacible como si solo durmiese, tomo aire y decidió confiar ciegamente en aquella joven, emprendió su camino hacia donde Nie MingJue se enfrentaba a Wen Ruohan, este apoyo a su compañero y defendió con astucia, tratando de olvidar el dolor que cargaba su corazón.

La lucha era reñida y aun entre los dos no eran rivales para Wen Ruohan, pese a esto el sable de Nie MungJue logro herir la pierna derecha haciendo que este cayera de rodillas, un discípulo Wen, que era Meng yao llegó a la lucha y este apuñalo por la espalda a Wen Ruohan mientras este seguía arrodillado. De esta forma fue derrotado, sin embargo, XiChen pudo ver en su mirada ese odio retorcido que guardaba el joven, había disfrutado asesinar a ese hombre y esta vez él había notado aquella siniestra sonrisa, que Jiang Cheng le había advertido, por instinto se acercó a Nie MingJue, el cual se mostraba feliz y ovaciono a Meng Yao. XiChen agradeció, pero dese luego desconfió de este, ya no podía verlo de la misma forma.

Los pocos sobreviviente Wen en cuanto vieron caer a su líder, se arrodillaron, otros muchos siguieron peleando, y otros escaparon, de esta forma algunos Jin y de otras sectas persiguieron a los que escapaban, pese a que le pidieron a XiChen que se quedara para la ovación del fin de la guerra, la salud del joven Jiang era su prioridad así que se fue, sin embargo, en su camino, vio a su hermano que estaba herido y este era llevado por Wei WuXian.

-Maldición Lan Zhan, ¡estás loco!, ¿por qué demonios te metiste? – El joven Lan había recibido ese ataque protegiendo a Wei WuXian – Zewu Jun, Lan Zhan está muy herido ¿ha visto a Wen Qing? – Wei WuXian caminaba recargando al joven jade.

XiChen miro con duda le preocupaba su hermano, pero está herida era parecía menor.

-Esta con A Cheng – Hablo e inicio a caminar Wei WuXian se quedó estático ¿qué paso? ¿acaso él también estaba herido?

-Síguelo – Pronuncio Lan Zhan, Wei Ying asintió y siguió al primer jade, de esta forma los tres llegaron donde se encontraba una muy débil Wen Qing, pues había vuelto a reabrir la herida para verificar su estado, además gran parte de su energía se fue manteniendo al joven vivo.

- ¿Cómo esta? – Pregunto XiChen acercándose al joven que aun permanecía inconsciente y estaba tan pálido como la nieve por la pérdida de sangre.

- He curado su herida, pero aún no está consiente – Pronuncio con dificultad

- ¿Qué le paso? - Wei Ying ayudo a recargar al segundo jade y se acercó a su shidi inconsciente

-Fue apuñalado, en su estómago, yo... - Las lágrimas brotaron de XiChen al ver el estado del joven – Yo no pude cuidarlo- XiChen odio haber permitido que este estuviese en el frente, odio no llegar a tiempo. Wei Ying solo lo veía con una mirada entristecida.

- ¿Es grave? – Miro fijamente a Wen Qing

- No estoy segura del todo, debo revisar mejor que no haya ningún órgano perforado, solo he detenido el sangrado y le di la energía espiritual necesaria para que su núcleo siguiese funcionando y pueda curar las heridas internas más rápido.

- ¿Necesitas más?, Yo puedo dar la mía -Wei Ying veía fijamente a su shidi, debía protegerlo como madame Yu se lo había pedido, Wen Qing negó

- No podemos saturarlo, debemos esperar – Pese a que Wen Qing había transferido dos veces energía sabía que, si volvía a hacer eso, el núcleo no lo resistiría ya que este aún no se había desarrollado del todo -la guerra ¿acabo? – Cambio de tema

- Así es, ya acabo, vencimos- Wei Ying hablo, pero ahora veía como el primer jade se había arrodillado sosteniendo la mano de Jiang Cheng, Wen Qing asintió, - es momento de que me entregue – Sentencio la mujer, feliz de acabar ese sin sentido.

El renacer del lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora